El PRD, el partido del sol azteca, celebra un eclipsado 29 aniversario
El PRD, también conocido como el partido del sol azteca y el cual hace seis años era la principal fuerza política de izquierda en México, celebró este sábado un eclipsado 29 aniversario.
Los perredistas festejaron en medio de renuncias de militantes, sin sus principales fundadores , con críticas por haberse aliado al PAN para las elecciones del 1 de julio —en las que postulan a la presidencia no a un militante suyo, sino al panista Ricardo Anaya—, así como con posibilidades de perder su principal bastión: la Ciudad de México.
“Este aniversario llega con un desafío que implica dos cosas: la supervivencia o la reinvención como partido político, considerando esta depuración de cuadros y dirigentes que experimentó. Llega en una coyuntura crítica y jugándose una apuesta grande, en el sentido de que este aniversario le llega en medio de una campaña electoral intensa, donde están muchas cosas en juego”, dice Horacio Vives, politólogo del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Fundado en 1989 por un grupo de políticos encabezados por Cuauhtémoc Cárdenas, desde entonces el PRD fue cobrando fuerza y relevancia en el escenario nacional. Con el propio Cárdenas, en 1997 ganó el gobierno de la capital, logró hacerse de otros estados y en 2006 estuvo cerca de conquistar la presidencia con Andrés Manuel López Obrador, a quien también postuló en 2012.
Pero ahora, los perredistas enfrentan la competencia del mismo López Obrador y de su partido, Morena, y para estas elecciones optaron por aliarse con otras siglas de izquierda, Movimiento Ciudadano (MC), y con el PAN, de centro-derecha.
A decir de expertos como Vives, esta decisión representa una apuesta riesgosa, pues si la coalición Por México al Frente no consigue buenos resultados, el PRD quedará más debilitado y en una etapa de incertidumbre.
“Si al Frente no le va bien, al PRD se le va a complicar extraordinariamente su reinvención como partido político; por el contrario, si al Frente le va bien y llegara a ganar la presidencia, gubernaturas, que tenga presencia importante en la cámaras del Congreso, eso de alguna manera obligaría a una redefinición, le daría oxígeno y estaríamos pensando en un nuevo ciclo para el PRD”, dice.
La puesta del sol
El inicio del declive del PRD puede ubicarse luego de las elecciones de 2012, cuando —después de su segunda derrota— López Obrador salió de sus filas para comenzar la fundación de Morena.
Para 2015, cuando Morena ya tenía registro y compitió en sus primeras elecciones federales y en otras locales, el sol azteca se enfrentó a una fuerza que le arrebató cinco delegaciones capitalinas: Cuauhtémoc, Azcapotzalco, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco.
Más aún, ahora el PRD vuelve a encarar el reto de medirse con Morena en la CDMX, donde el movimiento de López Obrador amenaza con quitarle más demarcaciones, como Iztapalapa, y la misma Jefatura de Gobierno. Según todas las encuestas, la morenista Claudia Sheinbaum lleva una amplia ventaja sobre la perredista Alejandra Barrales, la abanderada del Frente .
De confirmarse tal tendencia en las urnas, el PRD entregaría el que ha sido su principal bastión durante dos décadas.
El adiós de legisladores y fundadores
Además, el PRD vive el desaire de uno de sus gobernadores, Silvano Aureoles, de Michoacán , quien anunció que apoya la candidatura presidencial del priista José Antonio Meade, y también la posibilidad de perder otros dos estados, Morelos y Tabasco, otra vez a manos de Morena.
La pérdida de peso también se observa en el Congreso, donde la renuncia de militantes ha derivado en que las bancadas del PRD pasaran de 22 a siete integrantes en el Senado, y de 61 a 55 legisladores en la Cámara de Diputados. En todos los casos, quienes renunciaron se fueron con Morena o quedaron como independientes.
En cuanto a sus fundadores, figuras históricas como Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez ya no están en sus filas.
La última salida fue la de Ifigenia Martínez, quien incluso es candidata de Morena por la vía de representación proporcional para el Senado. De hecho, en septiembre, la entonces perredista firmó el Acuerdo Político de Unidad Nacional del este organismo partidario.
Muñoz Ledo renunció desde el año 2000 para ser candidato presidencial del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), en tanto que Cárdenas —quien fue tres veces aspirante del PRD a la presidencia— lo hizo en noviembre de 2014 tras expresar desacuerdos con la dirigencia en esa época encabezada por Carlos Navarrete.
Hoy, a menos de dos meses de las elecciones, estas son las condiciones adversas con las que el PRD está ante la definición de su futuro.