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Transformando el transporte masivo en la CDMX, el caso de Metrobús

Mi Metrobús, mi movilidad: se ha posicionado como uno de los transportes más incluyentes y eficientes desde su fase de planeación y su integración con la gran urbe.
jue 06 agosto 2020 04:41 PM
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El carril confinado ha desincentivado el uso del automóvil. Con el paso del tiempo se ha traducido en virtudes que acompañan el crecimiento de esta red de transporte.

El vertiginoso crecimiento de la Ciudad de México ha derivado en la necesidad de constantes cambios y transformaciones para trasladar a sus habitantes, tanto a los nuevos distritos productivos como a sus casas y centros de esparcimiento. Precisamente ese requisito fue el que impulsó la puesta en marcha del Metrobús (MB).

Se buscó un transporte de gran capacidad de usuarios, con un desempeño eficiente en cuanto a emisiones. Así, el 19 de junio de 2005 se inauguró la Línea 1 del MB, que corría de la estación Indios Verdes hasta Doctor Gálvez, cruzando la avenida Insurgentes del entonces Distrito Federal.

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En un carril confinado que abarcaba un trayecto de 19.4 kilómetros de longitud, con 36 estaciones —hoy son 30 kilómetros y 46 hasta El Caminero— el Metrobús desplazó a los microbuses que circulaban por aquella vialidad.

Los alcances

Desde sus inicios, una de las promesas del Metrobús fue ser un transporte con unidades de gran capacidad y tecnología de punta amigable con el medio ambiente, que lograría trasladar a un mayor número de usuarios, en un sistema mejor organizado y alineado con el ritmo de la CDMX.

“La verdad es que es un mecanismo ordenado, sincronizado, un mecanismo que no interfiere con el resto de la movilidad de las vías donde está trabajando como Insurgentes o Paseo de la Reforma; no obstante, no deja de ser todavía, en algunos casos, con vehículos contaminantes. Ese sería un paso que se tendría que dar. El sistema es un sistema seguro y le da mucha agilidad a la ciudad”, asegura Pablo Colás Murillo, presidente del Instituto Mexicano de Ciudades Inteligentes Sostenibles y Sustentables (IMCISS).

Para Desirée Martínez, expresidente de la Federación Internacional de Arquitectos Paisajistas (IFLA) y expresidente de la Sociedad de Arquitectos Paisajistas de México (SAPM), la integración del Metrobús contribuyó al transporte de personas con un formato ordenado, tanto de abordaje como de traslado, lo que contribuyó a disminuir el caos vial en CDMX.

En este punto, concuerda Arturo Aispuro, presidente de Manos al Futuro —una organización enfocada en la capacitación y certificación de los oficios— y director general de Soldi, empresa dedicada a desarrollar soluciones en infraestructura, al mencionar que el MB contribuyó a la homologación de atención y servicio del transporte público, antes sumamente fragmentado en prácticas y tiempo de vida útil del parque vehicular.

“No sólo representó la unificación y la consolidación por unidades de mayor capacidad y más eficiencia y más confort, sino también en la organización, que dejó de estar pulverizada para hacer un sistema más consistente”, señala.

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Calidad de vida

A la par de esto, apunta que se logró elevar la calidad de vida de los usuarios, ya que el Metrobús disminuyó 30% los tiempos de recorrido. Para Gonzalo Peón Carballo, director del Programa México del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo, y miembro de CoRe Ciudades Vivibles y Amables, la reducción de tiempos de traslado es prácticamente la mitad, además de generar la disponibilidad de unidades todo el día, lo cual no ocurría con los camiones y microbuses.

Añade que hay beneficios en cuanto al tema de emisiones de gases contaminantes, ya que el Metrobús de Insurgentes fue la primera línea que tuvo diésel ultrabajo en azufre, lo cual cambió mucho el aire que respiraban los usuarios. Anteriormente por esa vía transitaban más de 400 microbuses en mal estado.

Asimismo, como parte de la evolución y permanencia a la vanguardia de Metrobús en la Línea 4 se introdujeron unidades híbridas que beneficiaron aún más el impacto ambiental.

“Recientemente, en Reforma trajeron autobuses Euro 6 que son los que tienen menos emisiones de lo que se conoce PM 2.5, que son partículas menores a 2.5 micrómetros, son las partículas más finas que hay y son las que más afectan a la población. Eso fue un buen avance del Metrobús, ojalá que pronto también se animen con la tecnología eléctrica, pero ya en términos de PM 2.5, un bus Euro 6 es casi como un bus eléctrico”, detalla Gonzalo Peón.

La movilidad de las personas que viajan especialmente a la zona Centro de la ciudad se ha visto favorecida, como en el caso de Insurgentes, donde se concentra una gran cantidad de oficinas.

Otra de las ventajas que ha traído el Metrobús en materia de movilidad, acorde con los entrevistados, es el carril confinado. Con este se ha desincentivado el uso de los vehículos particulares, brindado mayor seguridad a los usuarios y facilitar el trayecto que recorren vehículos de emergencia, apunta Arturo Aispuro.

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Vocación de transbordo

Desirée Martínez menciona que en nuestro país, la Ciudad de México es la única entidad con una red de transporte completa y eficiente. El Metro y Metrobús recorre distancias largas y tramos medios, la bicicleta pública y la circulación peatonal, distancias cortas.

Sin embargo, las conexiones entre estos transportes se requiere accesibilidad universal con una interconexión ágil, cómoda y funcional.

“Muchas veces hay que subir y bajar escaleras, puentes, cruzar avenidas y caminar tramos largos para cambiar de un tipo de transporte al otro. Esta situación dificulta el uso de la red entera de transporte precisamente a los grupos más vulnerables, como madres con niños, ancianos, personas con capacidades diferentes”, advierte la arquitecta paisajista.

Uno de los casos en donde es necesario optimizar es en Buenavista, expone Gonzalo Peón, pero también hay otros que son muy prácticos, como la estación Insurgentes, que es emblemática, donde convergen las líneas del Metrobús y el Metro, y en donde se han hecho mejoras en los últimos cinco años.

Asimismo, el mobiliario cobra relevancia: “El mobiliario urbano y el diseño de las estaciones del Metrobús es funcional y relativamente discreto, lo que ha permitido que todo se integre bien en la imagen urbana, incluso en las avenidas de mayor calidad estética como Insurgentes y Reforma”, indica Desirée Martínez.

Ejemplo de esta funcionalidad son el vidrio de las estaciones y el carácter contemporáneo, neutral y sobrio de bancas, que dan cierta ligereza a todos los elementos, comenta.

Su futuro: crecer más

A decir de Arturo Aispuro, quien ha sido secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda en la Ciudad de México, así como presidente del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México - Sociedad de Arquitectos Mexicanos (CAM-SAM), el Metrobús ha crecido muy buen ritmo pues alcanza más de 140 kilómetros, con 7 Líneas concentradas en el centro de la ciudad, por lo que habrá que agregar nuevas rutas hacia Iztapalapa, Tláhuac, Xochimilco y parte de Coyoacán, así como en Miguel Hidalgo.

Particularmente, Santa Fe se observa como una oportunidad, sin embargo, hay que resolver cuestiones técnicas con unidades de mayor potencia debido a la pendiente de esa zona.

“El transporte público masivo está vinculado de manera directa con la calidad de vida de la población. Me parece fundamental que se multipliquen de manera muy significativa los recursos para la ampliación para que tenga mayor cobertura y que mantenga niveles de comodidad que permitan que las personas usen este servicio cada vez con mayor eficacia y que, como consecuencia, dejemos más el uso de los vehículos privados, precisamente con la posibilidad de oportunidad de contar con un buen sistema de transporte masivo”, señala Aispuro.

Otro aspecto muy interesante es la continuidad de la integración con otras formas de transporte, como cita Gonzalo Peón, con los sistemas de bicicleta pública, con ecobicis, e incluir áreas de concentración de estas unidades en distintos lugares de la ciudad, por ejemplo, cerca de la UNAM o de Zacatenco.

Asimismo, menciona que otra oportunidad para el Metrobús puede ser planear más rutas mixtas, algunas rutas exprés y carriles de rebase, en zonas específicas.

Lo que se busca con este medio de transporte —reiteran los especialistas— es disminuir el uso de los vehículos particulares, pero también habrá que evolucionar el aspecto ecológico, la comodidad y la seguridad para que continúe posicionándose como un transporte de vanguardia que mejore la movilidad y sea replicable en otras ciudades de nuestro país.

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