El huachicol se ha convertido en una actividad rentable para organizaciones criminales, por lo que la han incluida en su catálogo delictivo.(Foto: Secretarías de Estado/Cuartoscuro.)
Lidia Arista
Más allá de las pérdidas económicas que genera, el robo de hidrocarburos, conocido como “huachicol”, también ha incrementado la violencia en México.
Al ser una actividad altamente lucrativa, organizaciones criminales se disputan el control de territorios petroleros o aquellos por los que atraviesan ductos de hidrocarburo, lo que genera enfrentamientos y varios episodios de violencia.
Publicidad
Un análisis de Crisis Group señala que los grupos criminales con frecuencia amenazan, torturan y asesinan a sus rivales para ganar territorio en estados que son clave para su negocio de huachicol.
“A medida que aumentaban los precios de la gasolina y, junto con ellos, el robo de combustible, también lo hacían las tasas de homicidios. Por ejemplo, Guanajuato, un estado en el Triángulo Rojo con una concentración bastante alta de oleoductos, tenía menos de 300 asesinatos anuales en promedio entre 2005 y 2009. Esta cifra se duplicó con creces entre 2010 y 2015, y luego volvió a duplicarse, a un promedio anual de 2,794 homicidios, en los cinco años siguientes”, plantea el análisis.
Por varios años, Guanajuato ha sido una de las entidades con más homicidios en el país.(Foto: Diego Costa Costa/Cuartoscuro.)
En cuestión de tres décadas, el robo de hidrocarburos pasó de ser una actividad realizada por trabajadores de Pemex a integrarse a la cartera de las organizaciones criminales. El repunte del fenómeno del huachicoleo coincide con el arranque de la estrategia de seguridad del gobierno de Felipe Calderón.
“Se fue fraguando una ‘organización paralela a Petróleos Mexicanos’ dedicada a diferentes modalidades del robo de combustible, desde la ordeña de pozos y ductos, robo de pipas, hasta la venta en mercados internacionales”, señala el artículo ¿Qué sabemos del robo de combustible en México? Claroscuros de un delito que no cede, elaborado por catedráticos de la UNAM.
El huachicoleo inicialmente se concentró en estados del centro y sur del país como Veracruz, Ciudad de México Puebla, Hidalgo, Tlaxcala y Estado de México, sin embargo, en los últimos años se ha ido extendiendo y hoy las entidades del norte del país también son clave en se negocio para el crimen.
Por ejemplo, en el año 2000 en Tamaulipas se identificaron nueve tomas clandestinas pero para 2018 fueron 1,301; en Chihuahua cinco y luego 129; Nuevo León una y en 2018 un total de 263. Uno de los estados que más incremento ha tenido en tomas clandestinas es Guanajuato. En 2000 registraba 13, pero tres sexenios después registraba 1,915.
Publicidad
En varios de esos estados, el huachicol también detonó la violencia. Crisis Group revela que cuando el gobierno federal eliminó de manera gradual los subsidios a los combustibles fósiles, “las áreas con oleoductos superaron a las que no contaban con éstos en su promedio de homicidios per cápita las áreas con oleoductos experimentaron un incremento de casi seis homicidios anuales por cada 100,000 habitantes”.
“En 2023, en los 264 municipios en donde se reportaron tomas clandestinas de combustibles fósiles tuvieron lugar 13,564 homicidios, el 42.1% del total”, agrega el reporte.
La organización Signos Vitales advierte que nacer en uno de los municipios en los que hay actividades de huachicoleo es una sentencia de vivir en una localidad violenta
“Los hallazgos de tomas clandestinas de hidrocarburos muestran que el crimen organizado se ha arraigado en ciertas regiones del país, principalmente en aquellas en donde se encuentran los gasoductos de Pemex. De tal suerte que nacer en un municipio en donde están localizadas estas instalaciones es una sentencia a vivir en medio de la violencia”, plantea.
Entidades como Tamaulipas, Guanajuato, Jalisco, y Tabasco son algunas de las que han tenido un incremento en la violencia relacionada con pugnas por el huachicol.
En los últimos meses, en Tamaulipas se decomisaron más de 15 millones de litros de hidrocarburo.
Esos golpes detonaron el asesinato de Ernesto Cuitláhuac Vásquez Reyna, delegado de la Fiscalía General de la República (FGR) en Tamaulipas.
“Los primeros datos que señalan la violencia inusitada y la brutalidad del delito cometido indican una sólida probabilidad de que este hecho provenga de la delincuencia organizada que, recientemente, en los últimos días del mes de julio, tuvo un grave descalabro”, informó la FGR.
Ernesto Vázquez Reyna, delegado de la Fiscalía General de la República (FGR) en Tamaulipas, fue atacado a bordo de una camioneta. (Foto: Cuartoscuro)
Tabasco es otra entidad con problemas de violencia en la que el huachicol también está involucrado. El gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez, ha asegurado que la venta de combustible robado ha permitido a organizaciones criminales financiarse.
Por ello, Tabasco también es una entidad prioritaria en el combate al huachicol. Hace unos días, el gabinete de seguridad informó del decomiso de 880,000 litros de hidrocarburo.
Jalisco es la segunda entidad con más tomas clandestinas, de acuerdo con datos de Pemex. En 2024 se reportaron 1,895 tomas clandestinas, solo detrás de Hidalgo en donde se reportaron 2,450.