El profesor identifica dos tipos de autodefensas: agrupaciones de ciudadanos que surgen de forma orgánica y un segundo, integrado por personas que son patrocinadas por gente con dinero que ven amenazados sus intereses empresariales.
Michoacán no es el único estado que ha tenido grupos de autodefensas, pues en otros puntos del país también nacieron expresiones similares, como el Ejército Civil del Pueblo Indígena en Pantelhó, en Chiapas, el cual fue creado a finales de 2023.
En aquel año se difundió desde redes sociales que este grupo se había levantado debido a los atropellos e injusticias de los integrantes del grupo armado denominado El Machete y el Frente Teocaltiche, en Jalisco, una autodefensa integrada por hombres armados para hacer frente al CJNG.
Mientras, en Guerrero habitantes y autoridades de 66 comunidades de los municipios de San Miguel Totolapan y Heliodoro Castillo se armaron para defenderse del crimen organizado. Según la Fiscalía General del Estado en esta región tiene presencia la Familia Michoacana y Los Tlacos.
Casi un año antes, habitantes del municipio de Heliodoro Castillo le exigieron a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, seguridad para pacificar la región y para que los niños regresaran a clases.
Hasta 2024 se tenía registro de al menos 20 grupos comunitarios en municipios principalmente de la región de la Montaña.
El sexenio pasado, el expresidente AMLO se pronunció en contra de estos grupos, pero no logró frenarlos.
"No estoy de acuerdo en la creación de estas guardias civiles, autodefensas, creo que fue un error que se cometió en su momento, que agravó más la situación, es una obligación del Estado mexicano garantizar la paz, la tranquilidad, no se pueden autorizar estos grupos, no es correcto y estamos avanzando”, dijo Andrés Manuel López Obrador en septiembre de 2023.
De acuerdo con el estudio de Brian Phillips, los mexicanos son más propensos a expresar su apoyo a los grupos de defensa si no confían en las instituciones gubernamentales locales.
“México ciertamente enfrenta desafíos con respecto a sus instituciones de justicia penal. Las investigaciones sugieren que los mexicanos son más propensos a expresar su apoyo al vigilantismo si no confían en las instituciones gubernamentales locales”, agrega.