A un año de Otis: una recuperación lenta y más violencia marcan a Guerrero
Para la reconstrucción de la entidad gobernada por Evelyn Salgado, el Gobierno federal ha invertido 35,000 millones de pesos, pero no se ha vuelto a la normalidad.
Otis fue un huracán categoría cinco que dejó graves afectaciones en Acapulco y Coyuca de Benítez, Guerrero. (Imágenes de Cuartoscuro.)(Imágenes de Cuartoscuro.)
Lidia Arista
Guerrero no ha logrado recuperarse del impacto de "Otis" pese a la promesa presidencial, una inversión de más de 35,000 millones de pesos y el despliegue de mas de 10,000 elementos de la Guardia Nacional.
El poderoso huracán categoría cinco cimbró la vida de los guerrerenses la noche del 24 de octubre de 2023 y los primeros minutos del día siguiente; no sólo dejó inundaciones y destrucción, también acentuó los históricos problemas de violencia y rezago en la entidad.
La recuperación de Guerrero fue un pendiente que heredó la presidenta Claudia Sheinbaum. El compromiso desde Palacio Nacional fue volver a la normalidad en abril de 2024, pero no se cumplió. Tampoco se alcanzó ese objetivo al término del sexenio de AMLO. La reactivación económica, la puesta en servicio del 100% de habitaciones, las labores de limpieza, el acceso a agua y la reconstrucción de viviendas siguen siendo un pendiente.
El estado ha tenido que vivir entre dos retos: la violencia y la recuperación económica. A esto se sumó otra problemática: el embate del huracán "John" a finales de septiembre, que también dejó a miles de personas afectadas, principalmente en Acapulco, y cientos de viviendas dañadas.
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Otis recrudeció la violencia
La violencia con la que ya convivía Guerrero se recrudeció durante el último año. Antes de "Otis", Guerrero tenía un promedio de cuatro homicidios diarios, cifra que creció a seis muertes violentas cada 24 horas.
“La seguridad se ha deteriorado todavía un poco más. Ya estaba difícil, pero la llegada del huracán Otis y después de 'John' complicaron aún más las cosas, sobre todo en los delitos que afectan a los ciudadanos; la cuestión delictiva a mayor escala ha tenido algunos altibajos, pero se mantiene en términos generales tal como estaba antes de la llegada de Otis”, explica Facundo Rosas, director de la consultoría de inteligencia y seguridad, Cyber Black.
El hoy secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo, reconoció en julio pasado –en una conferencia mañanera de Andrés Manuel López Obrador– que hubo un repunte del fenómeno delictivo en Acapulco tras el paso de "Otis".
“Con la fase de recuperación, de igual manera, están incrementando esos delitos y, por lo tanto, hay una confrontación entre dos grupos delincuenciales que también han cambiado su modus operandi, es decir, si antes asesinaban con muchas armas de fuego, ahora lo hacen con armas blancas”, dijo el entonces jefe del Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Guerrero enfrenta aumentos en delitos como homicidio doloso, secuestro, feminicidio y desaparición de personas.
El último año, la extorsión fue un delito que tuvo una ligera disminución, sin embargo, expertos alertan que se trata de un delito que tiene cifra negra.
“Desde hace un año dijimos que se iba a agudizar el mercado ilícito y fue lo que sucedió. Incrementó la extorsión, por ejemplo, los materiales para construcción, todo lo que tenía que ver con la reconstrucción de las casas, de la infraestructura hotelera, se vio incrementado en el precio porque los grupos delictivos participaron para que los materiales, para que todo se encareciera. El control territorial lo han buscado en Acapulco y el paso del huracán Otis les abrió la posibilidad para hacerlo”, agrega Rosas.
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Guerrero es un territorio que disputan hasta 18 organizaciones delictivas, entre ellas Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel Independiente de Acapulco, Los Ardillos, Guerreros Unidos, Los Tlacos, Cárteles Unidos, Familia Michoacana, Los Viagras, Los Rojos y Los Añorves, las cuales tienen entre sus actividades el narcotráfico, el secuestro y la extorsión.
David Saucedo, especialista en seguridad pública, advierte que Acapulco, en particular, ha sido una plaza en pugna desde hace décadas.
“El puerto de Acapulco siempre fue importante desde la década de los noventas del siglo pasado y fue el objeto de furiosas peleas por el control de la plaza, que en su momento protagonizaron los Beltrán Leyva, Los Zetas y el Cártel de Sinaloa. Desde entonces, el puerto es un punto en donde todo el mundo quiere una rebanada del pastel de Acapulco, por la importancia de los ingresos que reporta para el crimen organizado”, explica.
Para intentar frenar un incremento en la violencia, el gobierno del presidente López Obrador desplegó de manera permanente a 10,000 elementos de la Guardia Nacional, pero su presencia no ha permitido blindar el puerto.
“No fue suficiente porque solamente se apostó a desplegar más estado de fuerza y para resolver un problema tan arraigado y tan complejo como la violencia, no es suficiente más elementos de seguridad; se requiere del rediseño y del replanteamiento de la estrategia de seguridad”, agrega Rosas.
Elementos de la Guardia Nacional fueron desplegados en Acupulco, Guerrero, para contener la violencia.(Foto: Carlos Alberto Carbajal/Cuartoscuro)
Una recuperación lenta
Tras la emergencia por "Otis", el Gobierno federal implementó un plan para la recuperación de Acapulco y las poblaciones afectadas la noche del 24 y madrugada del 25 de octubre de 2023.
Por tierra, el entonces presidente López Obrador viajó hasta Acapulco para dimensionar el impacto del huracán categoría cinco, y días después anunció 20 acciones para atender a la población con medidas como un adelanto en la dispersión de programas de bienestar, exención de pagos de luz, apoyos económicos a lugares afectados, inversiones en infraestructura pública, créditos a pequeños comerciantes, despliegue de guardias nacionales y apoyos a los hoteles y restaurantes.
Tras el paso del huracán Otis, el 80% de los hoteles de Acapulco presentaron daños.(Cuartoscuro)
Para esa reconstrucción no se recurrió al Fondo de Desastres Naturales (Fonden), como en sexenios anteriores, sino que los recursos salieron de manera directa de las arcas del gobierno, según presumió en su momento el expresidente López Obrador.
De acuerdo con la Secretaría de Bienestar, para la reconstrucción de Guerrero se han invertido 35,017 millones de pesos, sin embargo, aún hay varios pendientes para la vuelta a la normalidad, entre ellos, y de manera prioritaria, el acceso a agua potable.
Jorge Camacho, consultor político y excandidato a la gubernatura de Guerrero, califica como tardía la reconstrucción de Guerrero y anota pendientes, pero también destaca algunos logros.
"Seguimos teniendo un problema grave en el puerto de abastecimiento de agua, hoy aproximadamente el 40% de la población sigue sin recibir agua a través de las tomas domiciliarias, se está recibiendo agua por tandeo", explica.
La entidad todavía cuenta con cinco refugios habilitados en los que, según los reportes más recientes, están 230 personas que no tienen condiciones para regresar a sus hogares.
El 80% de los hoteles afectados por Otis ya están operando, lo que se traduce en 11,128 habitaciones y 229 inmuebles abiertos, de acuerdo con el secretario de Turismo, Simón Quiñonez.
Guerrero todavía no lograba recuperarse al 100% cuando pegó "John". Este huracán trajo inundaciones, destrucción y nuevas tareas para la reactivación económica, las cuales ya están entre las prioridades de la presidenta Claudia Sheinbaum.
"Había una estadística que decía que podrían pasar 10 años para que después de un fenómeno grande se presentara otro, sin embargo, la estadística ya se modificó. En un año tuvimos dos grandes fenómenos naturales muy potentes que hicieron estragos. Uno con vientos superiores a los 300 kilómetros por hora, que destruyeron prácticamente toda la parte de infraestructura hotelera y departamentos, y el otro con niveles de agua que inundaron", agrega Camacho.
El próximo domingo, como parte de su gira de fin de semana, Sheinbaum viajará a Acapulco para dar un informe general de las acciones gubernamentales por el huracán "John"... cuando todavía hay faltantes derivados de "Otis".
