La semana pasada, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pidió no hacer conjeturas sobre el presunto plagio del obispo Salvador Rangel, luego de que el titular de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES) en Morelos, José Antonio Ortiz Guarneros, dijera que no fue víctima de ningún delito.
"Como Iglesia, confiamos en las instituciones y eso nos lleva a dejar en manos de las autoridades la investigación correspondiente. Por ahora solo pedimos, respetuosamente, que se eviten conjeturas y especulaciones que enrarecen el caso de forma innecesaria, tomando en cuenta la dignidad humana", señaló la Conferencia.
"Una vez que el hospital pueda dar de alta a Mons. Salvador, con el único fin de ayudar a su pronta recuperación, su familia estará cuidando de él. Apenas tenga las condiciones de salud requeridas, el mismo señor Obispo Salvador Rangel rendirá su declaración e informará oportunamente", agregó.
"Por este medio informamos a la comunidad, y a la Diócesis hermana donde estuvo sirviendo, que no dejen de orar por quien en su momento fue su pastor. Encomendemos a S.E. Mons. Salvador Rangel a Dios, para que pronto recupere la salud y la paz", pidió.
Tras reportarse su desaparición por tres días y posterior localización en un hospital en Cuernavaca, Morelos, la Fiscalía General del Estado de Morelos informó que se presume que el obispo fue víctima de un secuestro exprés, además de que fue drogado y golpeado, por lo que esperan su recuperación para que rinda su declaración.
El fiscal Uriel Carmona descartó que su secuestro esté relacionado con el trabajo de mediación en Guerrero desde hace varios años atrás para lograr la paz entre los grupos del crimen organizado.