Tras el arresto de su padre, Joaquín “El Chapo” Guzmán, Joaquín, Ovidio, Archivaldo y Jesús se agruparon en “Los Chapitos” o “Los menores”. Se trata de una fracción del Cártel de Sinaloa, que en siete años ha ampliado su presencia en el país, se ha convertido en uno de los principales productores de fentanilo, y sus integrantes figuran entre los más buscados por el gobierno de Estados Unidos.
Antes de formar su propia agrupación, algunos de los hijos de “El Chapo” incursionaron en las actividades criminales del Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con la organización InSight Crime, Ovidio, Iván y Jesús Alfredo en su adolescencia fueron involucrados en las operaciones del Cártel de Sinaloa para que aprendieran el tejemaneje de la organización.
Tras la captura de su padre en 2016, “Los Chapitos” intentaron disputar el control del Cártel de Sinaloa. Dado que su padre fue fundador del grupo, los hijos han sentido que tienen derecho a heredar lo que él construyó. Aunque es cierto que son mucho más ostentosos que “El Mayo” Zambada a la hora de hacer gastos y fiestas con las ganancias de la droga, “Los Chapitos” sí conocen el funcionamiento interno del cártel y quieren asumir el control absoluto, refiere InSight Crime.
Poco a poco “Los Chapitos” han impulsado el crecimiento de su organización y han apostado por diversificar sus actividades.
Los jóvenes no solo se quedaron en el negocio de drogas como cocaína y marihuana, optaron por migrar a la producción de metanfetaminas y fentanilo.
Justo por la producción de fentanilo han estado en la mira de Estados Unidos. El Departamento de Justicia estadounidense anunció nuevos cargos por tráfico ilegal de fentanilo, armas y lavado de dinero en contra de integrantes del Cártel de Sinaloa, entre ellos los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Ovidio es el único del grupo que ya se encuentra tras las rejas.