El miércoles de la semana pasada, Uriel Carmona salió la medianoche del penal del Altiplano en Almoloya, Estado de México, luego de que un tribunal federal le concedió un amparo para llevar en libertad su proceso por feminicidio en calidad de auxiliador en el caso de la joven Ariadna Fernanda en libertad, pero fue reaprehendido por la Fiscalía Anticorrupción de Morelos, acusado por el posible delito de tortura.
Carmona fue detenido el 4 de agosto en su domicilio en Cuernavaca, Morelos. Después de eso, Claudia Sheinbaum, exjefa de Gobierno de la capital, negó que la captura del fiscal se tratara de un asunto político.
El operativo para detenerlo ocurrió a 10 meses del conflicto institucional entre la Fiscalía de Morelos y la de Ciudad de México por el hallazgo sin vida de la joven Ariadna Fernanda en Tepoztlán.
En ese momento, peritos de esa entidad declararon la muerte de la joven por broncoaspiración, mientras que las investigaciones capitalinas dieron como resultado que se trataba de un feminicidio.
La Fiscalía de la Ciudad de México acusó al fiscal Uriel Carmona de encubrimiento del presunto feminicida de la joven y, por tanto, dio vista a la Fiscalía General de la República para su investigación.
El 1 de septiembre, el fiscal se preparaba para dejar el Reclusorio Sur tras ganar un amparo, pero a las afueras del inmueble ya lo esperaban agentes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) para cumplimentarle una nueva orden de aprehensión por su probable participación en el delito de encubrimiento por favorecimiento.
Para el 8 de septiembre la FGJ-CDMX cumplimentó una tercera orden de aprehensión contra el fiscal, por el delito de feminicidio en calidad de “auxiliador”.
Mientras que el pasado 14 de septiembre, cuando Carmona se alistaba para dejar el penal del Altiplano en Almoloya, Estado de México, fue detenido nuevamente acusado por el posible delito de tortura.