Algunos de los indocumentados comentan que tienen temor de ir a un albergue del Gobierno porque ven la posibilidad de que los deporten a Venezuela.
"Estábamos en la carpa y un señor llegó a avisarnos de que saliéramos, llegó el camión de la basura y empezó a quitar las carpas. Es algo inhumano que nos quieran sacar, no somos enemigos de Estados Unidos ni de México, estamos aquí por una lucha, no por gusto", declaró a EFE, Miguel Moya, uno de los migrantes venezolanos.
Añadió que es ilegal que los desalojen a la fuerza y no considera adecuada la forma en la que los trató el Gobierno mexicano para el desalojo.
"Es inhumano esto no se hace, nadie sabe lo que hemos pasado para llegar hasta acá, es inhumano", dijo entre lágrimas y voz entre cortada Luz Ángela, una refugiada venezolana.
“Atendimos un dictamen emitido por la Dirección de Protección Civil municipal y estatal que estableció que, por condiciones de salubridad, posibilidad de incendio e incluso ahogamiento por la presencia del Río Bravo, era necesario invitarlos a acudir a los diferentes albergues, sumado a la baja de temperaturas que se vive en la ciudad”, según el Secretario del Ayuntamiento, Hector Rafael Ortiz.
La región norte de México vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) detuvo en el año fiscal de 2022 un número inédito de más de 2.76 millones de indocumentados, una cifra que incluye incrementos sustanciales en las capturas de cubanos y venezolanos.
Con información de EFE.