“Los grupos de la delincuencia que están por todas partes nos siguen hostigándonos, el día 10 de agosto quisieron entrar más de 150 sicarios a nuestro territorio y pudo haber ocurrido una gran tragedia, por lo que estamos pidiendo la presencia de la Guardia Nacional de una forma permanente en esta región”, se lee en el cuerpo de correo a través del cual enviaron el escrito.
Alrededor de 5,000 pobladores de las comunidades Toro Muerto, Linda Vista, Plan Verde, Lumbreras, Cucharillo, Chachalaco, Campamento de Vaca, Cruz de Ocote, El duraznito, Las Conchitas, El Encino, Las Habillas, El Salto y Rancho Grande plantearon al presidente que en materia de seguridad pública querían hechos, no palabras.
“Queremos hechos reales, porque la delincuencia organizada es un monstruo real que no tiene ningún miramiento para asesinar o delinquir y por lo tanto mucho menos tiene oídos para sermones para dejar de ser (sic) lo que hace”, plantearon.
Ante el clima de violencia que prevalece en esa región de Tierra Caliente, los pobladores se organizaron para formar un grupo de autodefensas en 2015. Antes de ese año, los comuneros, según denunciaron, eran víctimas de extorsiones, chantajes, robos, quema de viviendas, así como de presuntas imposiciones para trabajar con la delincuencia organizada.
“En el 2013 y 2014 hubo asesinatos, levantones, secuestros, extorsiones, pago de piso a comerciantes, robos en casas y negocios, asaltos y retenes en nuestras carreteras precarias de terracería donde nos obligaban a que les entregáramos nuestras identificaciones para luego llamar a sus jefes para ver si estábamos en la lista de sus enemigos o si éramos una buena víctima y también despojaban del dinero y pertenencias a los viajeros, además nos quería obligar a que nos integráramos a su organización delictiva para informarles del movimiento de otros grupos y del Ejército”, describieron los pobladores.