Todo comenzó a la 1:34 de la mañana cuando una persona reportó al 911 un fuerte olor a gas así como una enorme nube blanca por lo que atendieron bomberos del estado, quienes encontraron en la zona una toma clandestina de gas LP, dando aviso a Petróleos Mexicanos (Pemex).
Cerca de las 2:00 de la madrugada comenzó el desalojo de familias en una zona de 300 metros a la redonda hasta llegar a un kilómetro, y fue hasta después que se puso a salvo a las personas en tres albergues cuando explotó el ducto.
Debido a que la nube de gas se expandió a puntos calientes, ésta provocó al menos tres explosiones seguidas, según la explicación oficial.
“Si no hubiera habido desalojo y coordinación, hubiera sido una tragedia de enormes proporciones. Hoy estamos lamentando esto, pero hubiera sido terrible, terrible”, reconoció el gobernador.

Y es que, en diciembre del 2010, una explosión, también de un ducto de Pemex, dejó 30 muertos y cuantiosos daños materiales en el municipio de San Martín Texmelucan.