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Cepeda declaró que jamás abandonaría su ministerio religioso por una "pendejada de tres años".
“Yo jamás voy a abandonar mi ministerio porque sería tanto como vender mi progenitura por un plato de lentejas, por ser diputado es una pendejada de tres años y yo como obispo estoy designado a juzgar a los dos activos de Israel en el cielo”, añadió en entrevista.
El anuncio de que el exobispo católico incursionaría en la política esta año desató la polémica, pues su registro como candidato a un cargo de elección popular podía ser declarado inconstitucional, debido a que un requisito para ser candidato a diputado es “no ser ministro de algún culto religioso” o haber dejado el cargo cinco años antes de las elecciones.
Y es que si bien Cepeda presentó su renuncia en 2012 como obispo al entonces Papa Benedicto XVI, la cual le fue aceptada en mayo de ese año; se verificó que su nombre sigue apareciendo ante la Secretaría de Gobernación como ministro de culto en el Directorio de la Dirección General de Asuntos Religiosos –actualizado el pasado 2 de abril–.


En redes sociales, personales de la política como Leticia Bonifaz, exconsejera jurídica de la Ciudad de México y ahora integrante del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer ante la ONU, destacaron el impedimento legal de Cepeda.
También, académicos como Javier Martín Reyes recordaron dicho requisito y mostraron la vigencia del nombre de Cepeda como ministro de culto en los años inmediatos.
Previo a que Cepeda Silva renunciara a sus intenciones políticas para mantener su obispado y a pesar de la polémica, Fuerza Social por México llevó a cabo el evento de presentación de su candidatura.
En el evento, el exobispo informó que esperaría a realizar su registro, el cual explicó llevaría a cabo una vez que un equipo de abogados canónicos y civiles aprobaran su candidatura.

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) también publicó este lunes una nota de prensa en la que informó que a pesar de la renuncia de Cepeda como obispo aún es miembro de la CEM, por lo que "como obispo emérito de la Diócesis de Ecatepec, sin oficio eclesiástico actual, y como tal, está sujeto al Derecho Canónico vigente".
Por tanto, la CEM detalló que el exobispo debía sujetarse a lo que este derecho lo obliga, entre otras cosas, a no buscar un cargo público.