Luego de que el 27 de enero cuatro pacientes de Jalisco dieran positivos a COVID, el caso podría representar la formación de una nueva cepa. Se trata de la variante E484K del SARS-CoV-2, detectada en los cuatro pacientes mencionados.
Inicialmente, se sospechó que los pacientes podrían haberse contagiado de una cepa sudafricana o centroamericana al haber estado en contacto con una persona extranjera, pero al dar negativos a esas variaciones se analiza si constituyen contagio de una diferente.