Seis personas fallecieron y cinco más resultaron heridas en un ataque en un bar en el municipio de Uriangato, Guanajuato.
De acuerdo con la autoridad municipal, la madrugada de este sábado se reportaron detonaciones de arma de fuego en el centro nocturno “Burladero”, por lo que se enviaron elementos de seguridad a la zona.
A su arribo, se percataron de que había cinco hombres muertos y otras tres personas lesionadas, quienes fueron trasladadas a diversos centros hospitalarios. Sin embargo, uno de los heridos perdió la vida cuando era atendido.
Otras tres personas también resultaron lesionadas, pero llegaron con sus propios medios a hospitales del municipio.
A través de un comunicado, el municipio informó que en el lugar se aseguró un arma de fuego y diversos cartuchos percutidos.
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Tras estos acontecimientos, el gobierno municipal acordó con la administración del estado de Guanajuato reforzar la vigilancia de la zona con la llegada de cerca de 60 elementos de las fuerzas de seguridad pública del estado.
Guanajuato es la entidad del país con mayor número de homicidios en lo que va de 2019. De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a noviembre se registraron 2,520 homicidios dolosos, es decir, en promedio 229 por mes, o siete por día.
Expertos en seguridad pública consultados por Expansión Política indicaron que el combate al robo de combustible detonó que de 2017 a 2019, Guanajuato haya pasado del noveno al primer lugar por el número de homicidios.
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Eduardo Guerrero, consultor en seguridad pública, afirma que el robo de hidrocarburos ha enfrentado a grupos criminales y ha generado una violencia que no se esperaba esa entidad gobernada por el PAN desde 1991.
En tanto, Víctor Manuel Sánchez Valdés, experto en materia de seguridad pública, asegura que el combate que emprendió desde diciembre de 2018 el gobierno federal al huachicol también ha contribuido al aumento en la violencia en esa entidad y muestra de ello es observar en dónde se concentra la presencia de los grupos criminales y la franja por donde pasan los ductos de Pemex.
“Es una sola línea, cruza la entidad. Va de Apaseo El Alto hasta León, y llega a Jalisco. Algo que podría funcionar es poner seguridad en esos kilómetros lineales con lo que se podría reducir de forma sustantiva el negocio, los ingresos y por ende la capacidad de las organizaciones criminales en el mediano plazo”, explica.
