Alfaro descarta crisis forense por cuerpos de la “fosa más grande” de Jalisco

“Contrario a lo que algunos quisieran hacer ver, contrario a algunos intereses que están interesados en generar zozobra, preocupación… no hay ningún riesgo de saturación”, dijo en un video compartido en sus redes sociales y grabado afuera de las instalaciones del instituto.

Además, en conferencia de prensa, el fiscal General de Jalisco, Gerardo Solís Gómez dio a conocer que los restos corresponden a 29 personas –de las cuales dos ya fueron plenamente identificadas por sus familias–, sin embargo, en días pasados, fuentes de la Fiscalía dijeron a la agencia EFE que eran alrededor de 44 víctimas.

“Tenemos 13 cuerpos completos y 16 incompletos, haciendo un total de 29 cuerpos”, dijo.

El fiscal precisó que 27 de las víctimas son hombres y las otras dos mujeres y que el número de cuerpos podría aumentar en los próximos días.

En el caso de las personas que han logrado ser identificadas existían carpetas de investigación por desaparición forzada, de acuerdo con la Fiscalía del estado.

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Tanto la “inspección” del gobernador al IJCF como la información dada a conocer por la Fiscalía local ocurren luego de que el colectivo de Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos en Jalisco (Fundej) pidiera apoyo del gobierno federal para atender la crisis forense, ahora evidenciada con el hallazgo de “fosa más grande" en Jalisco, como la han calificado.

“Necesitamos con urgencia personal capacitado, así como recursos económicos y materiales destinados a apoyar esta labor humanitaria (…) A pesar la situación ampliamente difundida, el gobierno del estado no cuenta con la capacidad y recursos para enfrentar esta crisis forense”, indicó el Fundej en un escrito dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Ante esta situación, integrantes del colectivo que buscan a sus desaparecidos protestó este martes a las afueras del Instituto de Ciencias Forenses de Jalisco.

Justo hace un año –en septiembre de 2018– en la zona metropolitana de Guadalajara fueron descubiertos dos tráileres, cuyo contenido eran cientos de cadáveres que ya no cabían en el IJCF debido al aumento de la violencia en los últimos años.

En una primera etapa, 380 cuerpos que deambularon por el estado durante al menos dos años fueron inhumados en el Panteón Guadalajara, otros 64 fueron entregados a sus familiares, mientras que 85 más "difícilmente pudieron ser identificados porque no tuvieron las condiciones adecuadas de preservación ni de almacenamiento", de acuerdo con la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco.

En una segunda etapa, 109 cadáveres que permanecieron varios años en el IJCF fueron inhumados en el panteón municipal de El Salto, y otros 52, que no pudieron ser identificados porque no hay "ninguna información de la fecha y el lugar en que fueron localizados", están enterrados en el panteón Paraíso Eterno, en Zapopan.

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