En el segundo caso fue el PRD el quejoso, pues denunció la conferencia del 22 de marzo en Veracruz, caso en el que también se consideró existente la difusión de propaganda gubernamental en periodo prohibido, por parte de Cuitláhuac García Jiménez, gobernador de Veracruz.
En este caso el presidente dedicó varios minutos a pedir a los veracruzanos recordar cómo estaban en el pasado para que no regresaran, repudió a sus adversarios, habló de políticos locales y federales de otros gobiernos, exaltó al gobernador del estado y defendió –sin nombrarla- a la candidata de Morena al gobierno, Rocío Nahle.
“De manera figurada, de manera figurada, de manera figurada, ¿sí?, ¿sí?, todo de manera figurada. Esa persona a la que se le quiere hacer el mal, por la temporada, ya ven que como está la temporada de la piña, la temporada del mango, del chayote, o sea... Por cierto... Bueno, así, por la temporada, por lo que yo sé y me consta, esa persona es honesta”, dijo, minutos después de que el gobernador sí nombrara a la candidata.
Por todo ello se acreditaron las violaciones a la prohibición de propaganda gubernamental en periodo prohibido; la vulneración a los principios de imparcialidad, neutralidad y equidad, así como el uso indebido de recursos públicos.
“En vez de debilitarnos políticamente, el pueblo nos apoya cada vez más (…) ¿Pero por qué no pones la encuesta otro ratito?”, dijo el presidente para difundir sondeos que daban ventaja a su partido, entre otras frases emitidas en favor de éste.
Mientras el mandatario local expuso: “la estrategia de ‘abrazos, no balazos’, funciona. Abrazos a más de un millón de adultos mayores que mejoran sus ingresos en Veracruz, abrazos a 57 mil campesinos humildes que siembran y cosechan café veracruzano, abrazos a 51 mil cañeros que mejoran sus ingresos, abrazos con fertilizante que ya se distribuye en el campo jarocho, abrazos a 257 mil jóvenes que construyen su futuro”.
En la tercera sentencia se dio la razón al PRD, que denunció la conferencia del 12 de abril, en la que el presidente López Obrador incurrió también en vulneración a los principios de imparcialidad, en su doble vertiente, neutralidad y equidad en la competencia.
En esa ocasión el mandatario habló de su libro ''Gracias'' y entre otras cosas dijo que se restituyó a los pueblos yaquis cincuenta mil hectáreas; a pregunta expresa expuso con todo detalle beneficios de la reforma que propuso en materia de Afores, la fecha de entrega de las primeras pensiones, alcances y estrategia de financiamiento, propuesta de reforma.
Luego desglosó la labor de la Marina y a la Secretaría de la Defensa la labor realizada para “los procesos de transformación”: atender la contaminación del agua en la alcaldía Benito Juárez, Ciudad de México; apoyar a personas damnificadas por el huracán Otis; control de aduanas; instalaciones estratégicas en PEMEX y CFE; construcción de las sucursales del Banco del Bienestar, de vías férreas del Tren Maya y del ferrocarril del Istmo.
Más tarde pidió poner en pantalla las frases de un periodista en las que se habló de avances en economía. e incluso admitió que podría ser sancionado: “ya no quiero seguir hablando de eso, porque también no se puede hablar de las obras que uno hace”.
Los magistrados confirmaron que, como valoró la Sala Regional, no porque esas frases las emitió una tercera persona (el periodista) el presidente quedó eximido de responsabilidad, “puesto que fue este último el responsable de retomar la opinión involucrada y ordenar que se transmitiera dentro de su conferencia matutina, con lo cual propició el conocimiento social de esa valoración positiva de su política económica”.
De acuerdo con la sentencia, “la obligación de no difundir propaganda gubernamental en período prohibido supone una obligación de autocontención de carácter preventivo”, y eso no se cumple si el presidente “plantea compromisos cumplidos de su administración, pero posteriormente reconoce que no podía hacer eso” y acepta que no debió hacerlo.