Como cualquier actividad que tiene Claudia Sheinbaum, sus conferencias generan altas expectativas, por lo que el equipo de comunicación ha tenido que limitar el acceso de representantes de medios de comunicación: 30 reporteros, 20 camarógrafos y 10 fotográfos. Este límite ha generado que desde horas antes, lleguen los periodistas a hacer fila, para lo cual el equipo de logística ya instaló una pequeña carpa y sillas que amenicen la espera.
En 2018, el entonces presidente electo, Andrés Manuel López Obrador instaló su casa de transición en la casona de Chihuahua 216, ubicada en la colonia Roma, alcaldía Cuauhtémoc.
Las escapadas
El ingreso a la calle donde se encuentra la casa de transición está limitado por rejas en ambos extremos, solo los habitantes de esa calle cuentan con llaves para la puerta peaotonal y control con el que se abre para meter vehículos. Casi cualquier llegada y salida es captada por los periodistas, incluso aquellas que intentan pasar desapercibidas.
La tarde-noche del viernes pasado, algunos reporteros esperaban a Claudia Sheinbaum para preguntarle sobre la detención de Carlos Ahumada, sin embargo, su automóvil Aveo salió sin ella, pero no faltó quién captó cómo salió por otra puerta y abordó metros más adelante una vehículo.
Ella no es la única que “ha escapado”. En su visita a la casa de la transición la tarde del miércoles, Clara Brugada, jefa de Gobierno electa, no salió a bordo de su camioneta roja por la calzada Ermita Iztapalapa, sino lo hizo de pie por el 268 de Río Churubusco, colonia El Prado.
En la zona, la presencia de la próxima presidenta no ha pasado desapercibida. Vecinos se acerca a las rejas con la esperanza de ver a Claudia Sheinbaum, algunos, han logrado acercarse, saludar, o tomarse una fotografía con ella, antes de que deje Iztapalapa y llegue muy posiblemente a Palacio Nacional.