Alejandro Armenta proyecta cerrar con 1.8 millones de votos a favor, con lo que se convertiría en el gobernador más votado en la historia de Puebla. “Ante el triunfo, humildad”, ha repetido una y otra vez desde la noche del 2 de junio, cuando se conocieron los primeros resultados de las encuestas de salida que le dieron el triunfo.
“Ganamos por más de dos dígitos”, salió a declarar a las 7:40 de la noche. Minutos antes, su principal contrincante del PAN, Eduardo Rivera Pérez, también se había declarado ganador, aunque no dio números.
El morenista convocó a un festejo a las 9:30 de la noche en el Zócalo de la capital, pero llegó casi a la medianoche. En el Instituto Electoral del Estado (IEE) no habían oficializado su triunfo.
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Nuevamente aquí dio un discurso enfocado en reconciliar a Puebla tras esta elección y después de un sexenio en el que han gobernado la entidad seis personas ante las muertes de los exgobernadores Martha Erika Alonso del PAN y Miguel Barbosa Huerta de Morena.
Se abrió el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) y poco a poco fue confirmando lo que habían anticipado la mayoría de las encuestadoras durante los dos meses que duraron las campañas.
Pasada la medianoche, la presidenta del IEE, Blanca Yassahara Cruz, oficializó el triunfo de Armenta. Ganó con al menos una diferencia de 27 puntos al obtener entre el 58.3 y 60.7 % de la votación, según el conteo preliminar, mientras que el panista Eduardo Rivera se posicionó con 31.2 y 34.0 % de la votación. Fernando Morales, de Movimiento Ciudadano, apenas alcanzó un máximo de 4.4%.
Mientras los festejos de Armenta seguían a lado de su familia, colabores, excandidatos y simpatizantes, en el búnker instalado en un hotel de la capital, los panistas cerraban la puerta para irse a dormir, quedando solo una lona con un mensaje de color azul: “Ganamos”, con una imagen de Rivera y Mario Riestra, quien también perdió la capital del estado.
En una rueda de prensa este 3 de junio, Armenta anticipó que participará en la integración del presupuesto para el 2025, y que integrará algunas propuestas del excandidato panista con quien se reunirá más adelante. A esa hora, ya había hablado con él. Casi de manera simultánea, el panista salió a reconocer su derrota.
“Hoy, con humildad y con responsabilidad, reconozco que los resultados de la elección no me favorecen. En democracia, siempre lo he dicho: no hay triunfos eternos, ni derrotas permanentes. Los verdaderos demócratas aceptamos la voluntad popular y acatamos siempre el mandato en las urnas”, dijo tras destacar que fue una elección inequitativa.
Armenta gobernará con mayoría absoluta
Al corte del mediodía de este 3 de junio, con el 76.8 % de las actas computadas, 6, 401 de 8, 334, Armenta llevaba 1.3 millones de votos a su favor, que representa el 59 % del total de la votación. Su meta es alcanzar al menos 1.8 millones a su favor y cumplirle a Claudia Sheinbaum con sumarle dos millones de votos.
Con estos números, Armenta se convertiría en el gobernador más votado en la historia de Puebla, pues la última más votada fue la fallecida panista Martha Erika Alonso con un millón 153, 079 votos en 2018, cuando la elección terminó en tribunales por acusaciones de “fraude” por parte de Miguel Barbosa.
Armenta también se convertiría en el primer mandatario en contar con mayoría absoluta en el Congreso local si los números que ha computado el PREP no cambian, pues Morena y sus aliados llevan ganando 26 de 26 diputaciones locales.
A diferencia del ‘Plan C’ que trae el gobierno federal, que consiste en aprobar reformas constitucionales, a nivel local, el virtual gobernador electo, no ha anticipado de cambios estructurales desde la ley. Sin embargo, sí ha destacado la importancia de hacer de un Poder Judicial “fuerte” para que no sea sometido por delincuentes.
Los retos de Armenta en Puebla
Con este triunfo, Armenta se convierte en el tercer gobernador de izquierda que tendrá Puebla, un estado con seis millones de habitantes.
Durante su campaña hizo propuestas en la línea de Andrés Manuel López Obrador como impulsar dos líneas de tren de pasajeros para conectar los municipios; tres rutas de Metrobús, dos líneas de Cablebús, por mencionar algunos proyectos en cuanto a infraestructura.
En su rueda de prensa de este 3 de junio, dijo que definirá junto con el gobernador saliente, también de Morena, el presupuesto para el próximo año con el fin de que enfoque el dinero en lo que pretende concretar, pues su periodo inicia a mediados de diciembre de este 2024.
Entre los restos que tiene está el disminuir los índices de inseguridad en Puebla, pues los delitos comunes aumentaron un 99.1% entre 2018 –cuando inició el sexenio– al 2023 al pasar de 1,742 carpetas de investigación a 3,469 de un año a otro.
Uno de los problemas en materia de seguridad que ha ido a la alza son las desapariciones forzadas.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador reportó el 18 de marzo de este año que de las 99,729 personas desaparecidas en México, 2, 394 corresponden a Puebla.
La pobreza es otro pendiente. Aunque según la última medición del Coneval 2022, 509,700 personas dejaron esta condición de pobreza en el periodo del gobierno morenista de Barbosa, aún quedan 3 millones 626, 900 poblanos con alguna carencia social.
En términos numéricos, en 2020 cuando inició el gobierno de izquierda en la entidad, cuatro millones 136, 600 personas vivían con alguna carencia social al no tener acceso a los derechos de educación, salud, seguridad social, vivienda y alimentación, para 2022, la cifra disminuyó a 3 millones 626, 900.