¿Qué acordó el INE?
Consultada al respecto, la consejera Dania Ravel explicó que es tarea del Legislativo esa regulación y que el INE ya cuenta con cauces legales para recibir las quejas, como son los procedimientos especiales sancionadores.
Señaló que no existe una base legal para que el Instituto identifique, analice o estudie el fenómeno de granjas de bots: “Es un mecanismo que no tenemos regulado”.
Ravel Cuevas indicó que las campañas calumniosas, las noticias e información falsas se pueden abordar desde tres perspectivas: desde el derecho a la información, desde el ámbito contencioso y desde el ámbito de fiscalización.
Desde el derecho a la información las noticias falsas no están protegidas por la libertad de expresión, incluso son un atentado contra la libertad de expresión y, sobre todo, cuando estas son intencionales, pretenden manipular a la ciudadanía.
“Cuando estas se dan en el marco de un proceso electoral, además pretenden manipular la intención del voto, lo cual es todavía mucho más grave… Y lo más conveniente en estos casos es combatir la desinformación con información real, cierta, oportuna, es decir, información de calidad”.
Por lo que hace al aspecto contencioso, resaltó la importancia de cuidarlo pues puede tener repercusiones en la equidad en la contienda, de ahí el trabajo que realiza la Comisión de Quejas y Denuncias para dictar medidas cautelares y, en su caso, detener cualquier expresión que pueda ser calumniosa, que pueda discriminar o constituir violencia política contra las mujeres en razón de género.
Y en materia de fiscalización, se puede constatar que efectivamente esta propaganda fue pagada y, de ser así, se tendrá que sumar a los gastos de campaña.
Guerra sucia o campañas de contraste
Para el consejero Jaime Rivera, la expresión “guerra sucia” es exagerada, cuando lo que se busca es describir contraste de posiciones o críticas severas.
Resaltó que, en una competencia electoral, es natural que haya contraste de propuestas y críticas mutuas.
“A eso yo no podría llamarle guerra sucia, porque guerra implica violencia y ahí no hay violencia y, (la frase) sucia, es un adjetivo muy ambiguo y me parece que no sirve para entender lo que ocurre”, indicó.
“Lo que puede haber en una competencia electoral son críticas calumniosas, es decir, que acusen a alguien de un delito sin pruebas o que no cometió o que no haya prueba, eso es calumnia. Eso incluso si ésta limitado por las leyes, pero las críticas son algo connatural a la política”, detalló.
Sobre las expresiones “narcocandidata” y “corrupta”, que Gálvez Ruiz dijo a Sheinbaum y visceversa, el consejero electoral considera que hablar de narco es hablar de delitos graves “y es excesivo decirlo así sin pruebas y hablar de corrupta implica también delitos de otra índole. Son delitos calumniosos”.
Desde su visión, siempre será válido el contraste no de propuestas y posiciones e incluso, de historias de una y otra candidatura, “pero la calumnia no está permitida, ni ni en la competencia política, ni en el derecho civil”.
De acuerdo a Rivera, ese tipo de conductas se propician cuando hay un ambiente de polarización, cuando se descalifica sin pruebas o cuando se usan instancias de poder para descalificar a todos los críticos. “Eso alimenta la crítica que puede ser calumniosa y en esa medida es ilegal”, remarcó.