Las vacantes
Desde el 31 de octubre del 2023, fecha en que los magistrados José Luis Vargas Valdez e Indalfer Infante concluyeron su gestión en la Sala Superior, los acuerdos se mantienen estancados.
En agosto de ese año, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), estableció la ruta que debería seguir el Senado de la República para integrar las dos ternas para designar a un magistrado y a una magistrada de la Sala Superior, los cuales entrarían en vigor el 1 de noviembre del 2023, esto es, un día después de la salida de Vargas e Infante.
El artículo 167 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de las Federación, prevé que la Sala Superior se integrará con siete magistrados, razón por la que la Corte hizo su tarea y eligió, de entre quienes se inscribieron y cumplieron con los requisitos, una lista de 12 aspirantes de 60 que buscaban dicho cargo.
La Corte eligió seis hombres y seis mujeres, de entre quienes integró las dos ternas que remitió al Senado para su votación; a su vez, la Comisión de Justicia del Senado examinó sus perfiles y determinó que todos son idóneos para ocupar el cargo.
Sin embargo, no solo el pleno ha evadido dar el siguiente paso, esto es, designar a las dos vacantes, sino que en ese tiempo, la Sala Superior, vivió una crisis interna que derivó en la salida de su titular Reyes Rodríguez y desde enero pasado, es presidida por la magistrada Mónica Soto.
¿Se elige magistrado de mayor antigüedad o edad?
La presidenta de la Sala Superior Mónica Soto dice que desconoce en qué momento se podrían lograr las designaciones faltantes, pero adelanta los pasos a seguir, en caso de que ello no suceda.
“En el Tribunal faltan dos integrantes y no sabemos en qué momento se vayan hacer los nombramientos. En caso de que esto no suceda, al día de la calificación de la elección, el pleno tiene que estar conformado por seis (magistraturas). Ahorita somos cinco, la norma dice que se le va a llamar a la magistrada o magistrado electoral de una sala regional que tenga mayor antigüedad o edad”, detalla.
Aclara que hasta este momento, las magistraturas no han decidido qué procederá, porque “es una interpretación” que tienen que hacer para determinar quién seria, el o la magistrada, que se deberá sumar a la sesión en la que se calificará la elección presidencial.
“Todavía no hemos decidido en qué momento (se tomará esa decisión), pero es parte, digamos, de la responsabilidad que tenemos y de lo que hay que hacer en caso de que el pleno no esté integrado”, detalla.
-¿Es por edad o por experiencia (la elección de la magistratura?- se le insiste.
-Por mayor antigüedad o por edad. Entonces, son dos factores que se tienen que valorar. Se toma una determinación, por mayoría del pleno o por unanimidad.