Este 31 de marzo, Armenta regresó pero no fue cualquier reencuentro con sus exvecinos y habitantes de comunidades aledañas sino vino a encabezar su mitin principal de arranque de campaña rumbo a la gubernatura de Puebla, en la Plaza de la Constitución, que es la principal de este municipio, en donde se reúnen las familias cada domingo.
Entre el público se encontraba su papá, don Tito, Rafael Armenta, a quien agradeció los buenos principios que le inculcó.
“No crecí aquí (en Izúcar de Matamoros) porque me fui a Acatzingo, a la tierra de mi mamá, pero aquí está mi ombligo y mi corazón y como muestra un botón: me acompaña mi papá, Rafael Armenta. Gracias, papi”, dijo ante al menos 15,000 personas que se reunieron en la plaza, cifra manejada por el equipo del candidato.
En la esquina izquierda de donde se colocó el templete, se ubica la papelería de Don Tito, quien ha despachado al paso de los años, pues él continuó su vida en Izúcar de Matamoros.
Cuenta de ello dan los veteranos de aquí, quienes entrevistados por ExpansiónPolítica, coincidieron que aún recuerdan que al candidato Armenta le gustaba jugar béisbol de niño.
Así lo recordó Juvenal Romero, quien se dijo amigo de Rafael Armenta.
“Es muy bueno”, respondió cuando fue cuestionada su opinión sobre el hecho de que un nacido de Izúcar de Matamoros sea puntero en las encuestas para ganar la gubernatura en la elección del 2 de junio próximo.
Otras señoras que se dijeron obradoristas también aplaudieron que Alejandro Armenta sea el candidato favorito aunque tenga su pasado en el PRI, partido en el que militó 30 años, hasta 2017 cuando renunció para ir a Morena.
Incluso fue presidente municipal de Acatzingo, donde se fue a vivir con su mamá. Él tenía 23 años cuando ganó su primera elección, un logro que presume cada que puede, en cada discurso.