El magistrado Felipe de la Mata Pizaña destacó la necesidad de realizar una reforma legislativa orientada a cambiar el actual mecanismo de designación de la presidencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Lo anterior porque “los magistrados no deben elegir a sus presidentes”, dado que este tipo de mecanismos genera disrupciones políticas y operacionales innecesarias dentro de los órganos jurisdiccionales.
Al impartir una conferencia magistral en la Universidad Autónoma de Sinaloa sobre ideas para una reforma electoral, en el marco del programa “La Eje Va a tu Universidad”, el juzgador electoral consideró oportuno buscar otro tipo de modelo, ya sea por decanato o incluso por sorteo.
Propuso que quien ocupe este cargo tenga un periodo más corto en el mismo con el fin de evitar inercias y enquistamientos negativos.
“Miren, llevo 25 años en el Tribunal, este es mi año 25. He visto dos renuncias de presidente de Tribunal y he visto todas las grillas para presidente del Tribunal. Por favor, que alguien se dé cuenta que es muy problemático que los magistrados electorales elijan a su presidente. No sé si en otras materias está muy bien y está súper padre para su autonomía, con nosotros no; lo demuestra la historia”, expresó.
De acuerdo con De la Mata Pizaña, también se debería prohibir a los magistrados aspirar a ser ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para evitar que haya quien quiera “quedar bien”.
“Si queremos tener un Tribunal Electoral autónomo, nos tienen que prohibir que aspiremos a ser ministros de la Suprema Corte mientras estemos en el cargo. A mí me parece muy razonable y me parece que sería lógico y daría autonomía a los magistrados y evidenciaría, para que, si le resuelves a favor, por ejemplo, al presidente de la República en algún tema, pues no digan: ‘¡Ah! Es que andaba de queda bien, porque quiere quedar en la terna’”, señaló.
Felipe de la Mata dijo además que las reformas políticas necesarias abrevan de la problemática que surge en la aplicación de la ley en el día a día.
En ese sentido, señaló que las reformas electorales generalmente están orientadas a solucionar los problemas de los partidos políticos, pero no los problemas de los ciudadanos o de las propias instituciones que encuentran lagunas, carencias, complicaciones en la implementación y dificultades en la aplicación de las mismas.
“Llevo tantos años tratando de entender los sistemas electorales, los procesos electorales, todas estas cuestiones que no hay que ser muy listo para darte cuenta. Sí va a haber una gran reforma electoral, fundacional, probablemente como la del ‘77 o la del ’96, no estoy seguro que sea este año ni el año que entra, ni en 20014, pero si me preguntan, por ahí del 25, seguro”, anotó.
