Movimiento Ciudadano es el partido que ha recibido mayor capital político de otros partidos. En la elección de Durango, por ejemplo, destaca el caso de Paty Flores, quien fue vocera del expresidente Felipe Calderón, del PAN, partido al que renunció a sus 18 años de militancia para unirse a las filas emecistas y competir por la gubernatura.
En Oaxaca, Alejandra García también renunció a sus 24 años de militancia en Acción Nacional, partido con el que contendió por la presidencia municipal de la capital el año pasado, para competir con la bandera de Movimiento Ciudadano.
Por su parte, en Quintana Roo, es la segunda vez que José Luis Pech compite por la gubernatura, pero a diferencia de 2016, cuando lo hizo por Morena, partido del que fue presidente del partido en la entidad, lo hará también por Movimiento Ciudadano, luego de que no fuera seleccionado del bando morenista. Por su parte, la candidata del PRD y PAN, Laura Fernández, renunció a las filas del PVEM para competir el próximo 5 de junio con un partido distinto.
En la contienda en Hidalgo, Francisco Xavier ha transitado por las filas del PAN, partido por el que fue diputado federal, Convergencia, con quien fue senador. Pero también ha estado en el PRI, Nueva Alianza y con Morena, con el que accedió al Congreso local en 2021. Actualmente compite por tercera ocasión por la gubernatura, esta vez, con Movimiento Ciudadano.
Esparza Martínez comenta que los ciudadanos no se dan cuenta de la ideología o de los movimientos y se guían por la carisma del candidato o porque les cae bien, y por ese personaje vota, importa el partido político en el que esté, por eso la militancia muchas veces se trásfuga y se la lleva otro partido político.
"El ciudadano común y corriente no conoce la ideología de un partido político, no le importa si milita en el PRI, PAN o Morena, lo que le importa es alguien carismático, y son sus seguidores y lo van a seguir de un lugar a otro", señala.