Es ese tipo de comportamiento lleva al cansancio del electorado, al igual que el transfuguismo político o chapulines, que son los políticos tradicionales que no buscan representar una ideología y se van con el partido que les permita ser candidatos, aun sin experiencia política, o con una elección de candidatos con mecanismos cuestionados, simulados o sin democracia interna, valoró Pulido.
Según la investigadora, esta calidad de candidatos tiene consecuencias catastróficas para los ciudadanos y repercute en militancias fatigadas, enojadas con sus élites.
El consultor independiente Yuri Gabriel Beltrán, quien fue consejero del Instituto Electoral de la Ciudad de México, consideró que hay una “crisis de expectativas no resueltas, no crisis de representación”.
No obstante, reconoció que hay pobreza de propuestas partidistas y carencia de contenido ideológico, cuando no -dijo– de eficacia o posibilidades de ser concretadas.
Incuso, el consultor explicó que la opción de candidaturas independientes trajo consigo irregularidades como la presentación de firmas falsas, simuladas. Frente a esto, llamó a fortalecer, y no recortar, la inversión en educación cívica.
Juan Carlos Rayón, consultor de gobiernos municipales, expuso que lo que hay es improvisación de candidatos, oferta de promesas por encima de la realidad: “Se junta el hambre con la necesidad y al no existir candidatos con propuestas se deja desilusión en el ciudadano, con baja participación”.