La reforma consiste en modificar los artículos 105 y 107 de la Constitución. En el primero se establece que “son improcedentes las controversias constitucionales o acciones de inconstitucionalidad que tengan por objeto controvertir las adiciones o reformas a esta Constitución”.
En el segundo artículo se busca incorporar que “no procederá el juicio de amparo contra adiciones o reformas a esta Constitución”. En un artículo transitorio, por último, se indica que todos los asuntos en trámite se deberán resolver conforme a la reforma en cuestión.
La iniciativa de modificaciones fue presentada en el Senado el miércoles por Morena, votada el jueves y, tras su paso por la Cámara de Diputados, se perfila que quede aprobada en una semana.
Tras conocerse ayer el proyecto de sentencia del ministro Luis González Alcántara, en donde propone invalidar la Reforma Judicial, la “Cuarta Transformación” adelantó que buscará que esas reformas salgan antes para frenar una sentencia como esa.
“En el caso de nosotros si (urge) para salvaguardar la soberanía del poder reformador. Están ustedes a través de la Corte, mañana, apresurando para cocinar lo que todavía debería llevar tiempo”, apuntó Ruth Maricela Silva Andraca, diputada del PVEM.
En la discusión, los diputados de Morena y sus aliados defendieron la reforma de supremacía y también la judicial, al grado de que el diputado Fabio Castellanos, de Morena, advirtió que la Reforma Judicial ya es vigente y quien se oponga a las elecciones judiciales cometerá un delito y será combatido.
“Vamos a generar las acciones que nos corresponden a todos aquellos quienes se oponen a lo que ya está en la Constitución. Por que por cierto: quienes hoy intentan frenar lo que hoy está en nuestra Constitución están cometiendo delito. Así es, lo establece claramente (…) la Ley en materia de Delitos Electorales: cometen delito aquellas personas que obstaculicen el desarrollo del proceso electoral”, advirtió.
El también morenista Hugo Eric Flores sintetizó que el asunto se resume en una pregunta: "¿Vamos a permitir que la SCJN legisle?”.
Los opositores alegaron que. aunque en el Senado Morena rectificó y decidió no reformar el artículo 1 de la Constitución para quitar ahí la responsabilidad de las autoridades de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos, en los hechos si se afectarán si lo dice la Constitución y no habrá Corte ni amparo que los pueda revertir.
“Este dictamen elimina la posibilidad de impugnar reformas constitucionales contrarias a lo que indiquen tratados e instrumentos internacionales en materia de derechos humanos, así como del proceso legislativo de donde deriven”, lanzó la senadora priista Nadia Navarro.
Frente a estos argumentos opositores, Morena y sus aliados insistieron en que recibieron 35 millones de votos y esa voluntad del pueblo fue a favor de los cambios.
La panista Noemí Luna ironizó: “Ni (el expresidente Carlos) Salinas se había atrevido a privatizar al pueblo como lo están haciendo…. sólo una diputada que con mucha inocencia se atrevió a decir que la urgencia es ganarle la partida a la Corte”.
Para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), como explicó el diputado César Alejandro Domínguez, con la reforma se dañó la figura de amparo y se afectó la división de poderes.
“Verdaderamente los iniciadores (de la iniciativa), se fueron jefes, se fueron jefes con la iniciativa porque quisieron quitar el control de convencionalidad y pasarse por el arco del triunfo los tratados internacionales. Se fueron jefes porque eliminan las controversias constitucionales, la acción de inconstitucionalidad, porque acotan el tema del juicio de amparo y porque se van a violentar el principio de irretroactividad de la ley”, acusó.