Para la oposición fueron las Fuerzas Armadas las que incumplieron con la reforma constitucional que ordenó que semestralmente se informaran avances y la ruta de regreso a una Guardia Nacional civil; en cambio para Morena y sus aliados fueron las entidades las que se negaron a marcar cuándo y dónde avanzar a la desmilitarización.
Por eso, al imponerse el voto mayoritario de los partidos de la cuarta transformación, en el dictamen se ordenó a los gobernadores a en 60 días a partir de la aprobación del informe, reportar al Senado la “ruta para el retiro gradual de la Fuerza Armada permanente en tareas de Seguridad Pública” y sobre las tareas que de acuerdo a sus facultades han realizado en materia de seguridad pública, pues de lo contrario la Comisión Bicameral “dará cuenta” del incumplimiento.
Los mandatarios estatales deberán informar una “ruta para determinar de forma anual donde ya no es necesaria la presencia de la Fuerza Armada permanente en tareas de Seguridad pública, otorgando a las policías civiles su papel” y medidas para el fortalecimiento en materia presupuestal para policías locales. Municipios y Entidades Federativas.
En el reporte deberán indicar seis rubros, entre ellos “el diagnóstico y el programa para el fortalecimiento del estado de fuerza y las capacidades institucionales de los cuerpos policiales estatales y municipales ante el Consejo Nacional de Seguridad Pública”; el uso y destino de los recursos previstos en los presupuestos de Egresos de la Federación y de las entidades federativas, “sobre la base de la corresponsabilidad a partir del ejercicio fiscal de 2020”.
Ejército en el banquillo
El informe semestral debió rendirse el 19 de mayo, ser dictaminado y analizado por el pleno del Senado, pero eso ocurrió casi medio año después.
En la discusión los senadores se confrontaron por los resultados de la estrategia de seguridad pública, para Morena y sus aliados exitosa, y para la oposición un fracaso, por la supuesta militarización, la violación a los derechos humanos, el aumento de la violencia e inseguridad.
Martha Márquez, del Partido del Trabajo (PT), evidenció que la falla es en los estados, pues casi no hay policías estatales ni municipales y cuando las hay tienen un bajo nivel de confianza con respecto a la Guardia Nacional, “¿y qué partidos gobiernan ahí?”, cuestionó.
“En México hay dos mil 469 municipios, por lo que, de no existir policía en 651 municipios del país, es el 26.4 % (pero) la policía municipal tiene un nivel de confianza, el más bajo de 26.8 %; la policía estatal, del 30.8 % , la Guardia Nacional tiene un 48.4 % y la Marina del 87.3 %, el Ejército tiene del 83.9 %; la Guardia Nacional tiene un nivel de confianza del 76.9... por eso hoy estoy aquí respaldando la estrategia de seguridad del presidente Andrés Manuel López Obrador”, advirtió.