Raúl Reyes y María Guadalupe Lezama, padres del menor que acusó de abuso sexual a Saúl Huerta, recibieron con beneplácito la aprobación del desafuero del político como diputado federal.
Apostados en las afueras del Palacio Legislativo de San Lázaro, dado que no se les permitió la entrada a la sesión, expresaron: "Hemos ganado la primera batalla, pero aún falta un largo proceso para acabar en contra de la guerra de la impunidad y la complicidad del depredador disfrazado de defensor del pueblo".
Coincidieron en que no descansarán hasta verlo en la cárcel.
Con tono enérgico, Guadalupe Lezama, se dirigió al gobierno federal que llegó al poder a través del Movimiento de Regeneración Nacional, el partido que postuló a Huerta. “Ojalá que el gobierno del presidente López Obrador y los legisladores del partido en el poder inclinen la balanza a favor de los desprotegidos y dejen de proteger a gente indeseable y corrupta”, expresó.