Adriana Hernández Hortiales, consultora en finanzas públicas, presentó el documento inicial de discusión, según el cual el sistema de pensiones en México está fragmentado, porque existen más de mil y representa cerca de 1 billón de pesos, es decir, el 19% del gasto neto total.
“Si se añaden pensiones no contributivas como la pensión para las personas adultas mayores o las que reciben algunas personas con discapacidad este gasto se incrementa a 1.2 billones (representa casi 5% del Producto Interno Bruto (PIB) de 2021)", comentó.
El problema –añadió– es que para pagar esas pensiones se quita a educación, salud e infraestructura y a la larga eso es insostenible porque crece la presión sobre las finanzas.
"El CIEF estima que para 2024 esto va a representar el 6.5 del PIB y la CEPAL estima que para 2030 este gasto va a estar alrededor del 6% del PIB”, recordó.
Si a eso se suman compromisos de pago de deuda, México estará en una situación complicadísima, dijo Héctor Villarreal, del CIEF, al plantear que es indispensable “un sistema nacional de pensiones, una ley marco que rija al sistema completo y poder poner orden”.
"Lo que estamos viviendo con pensiones ya es una tragedia y si no lo arreglamos no estamos hablando de efectos de uno o dos años, fiscalmente podemos matar a una generación completa”, expuso.
La situación se agrava con decisiones como la del presidente en marzo pasado, para reducir a 65 años la edad para recibir pensión de adultos mayores, lo que no pasó por la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y que complicó financieramente un panorama ya de por sí difícil, estimó.
Por eso se pronunció por topar las pensiones, incluidas las del pilar uno (todos los planes que existen de gobiernos estatales, municipales, institutos, universidades y la generación de transición que se rige por el décimo transitorio del ISSSTE), pese a que existe el principio de no retroactividad de la ley.
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Enrique Díaz Infante del CEEY también indicó que se deben generar “ingresos recurrentes para financiar un gasto recurrente":
"No podemos seguir queriendo financiar un gasto constante como es el de las pensiones, con ingresos extraordinarios como lo es el petróleo”.
Además, el problema no es de sostenibilidad solamente, “sino de fragmentación, de cobertura y de desigualdad. No es lo mismo las pensiones que reciben los de Comisión Federal de Electricidad (CFE), Pemex y Luz y Fuerza que los lo que reciben los pensionados del IMSS”, sostuvo.
Díaz Infante planteó que lo que se requiere es “una reforma fiscal de a de veras”.
“Un sistema de seguridad social universal que sea financiado con impuestos generales producto de una reforma hacendaria y el mismo cubriría al menos con un monto mínimo a todos los jubilados y se complementaría con el sistema de las Afores, pero para eso se requiere una reforma hacendaria”, plantéo.
Sobre el monto de las pensiones explicó que crecerá, pero argumentó que es a costa de los contribuyentes y los patrones, y ello podría impactar con aumento en el desempleo.
“Entonces ahorita ya se aventó la cuenta para allá. Está bien, también para ampliar la cobertura se bajaron las semanas de cotización del mil 250 a 750 semanas, se bajó la edad de retiro de 65 a 60 años para tener pensión mínima garantizada.