Explica: "Al perder la mayoría calificada, Morena y sus aliados no sólo no podrán impulsar nuevas reformas constitucionales, sino que podrían quedarse a medias las reformas que ha impulsado en materia eléctrica, petrolera; las reformas legales sobre uso de la Guardia Nacional en tareas de seguridad pública o las políticas austeridad ... Todo lo que el mandatario llama 'cuarta transformación'”.
La aplicación de éstas está congelada pues su constitucionalidad está pendiente de resolverse en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y en caso de fallos adversos, Morena, ya con bancada disminuida no podrá volver a retomarlos en el Poder Legislativo, según su análisis.
Ejemplifica con la Ley de Hidrocarburos que está suspendida por los jueces de amparo. Medina, quien también es integrante del Centro de Estudios de la Democracia y Elecciones (CEDE) de la UAM, dice que “si es declarada inconstitucional tendrá que regresar al Legislativo para una eventual nueva reforma”. Según el analista, lo mismo puede ocurrir con la Ley de la Industria Eléctrica o el registro de los teléfonos celulares.
Medina vislumbra que la mayoría morenista estará obligada al diálogo y la negociación.
Expone que en la Cámara, Morena dejará de ser grupo hegemónico y ahora, los órganos de gobierno de San Lázaro, la Junta de Coordinación Política (Jucopo) y la mesa directiva, deberán alternarse entre las fuerzas políticas.
Ve otro logro para la oposición que consiste en que ahora habrá doble bloque de contención, uno en la Cámara de Diputados y otro en el Senado, lo que implica que la tarea legislativa deberá ser producto de acuerdos.