El pleno de la Cámara de Diputados rechazó este martes la Cuenta Pública de 2018, correspondiente al último año de gobierno de Enrique Peña Nieto, la cual fue criticada por todos los grupos parlamentarios con excepción del PRI.
El dictamen, en el que se concluyó que "no existen elementos suficientes para aprobar la cuenta de la hacienda pública federal de 2018", fue avalado en lo general y en lo particular con 398 votos a favor, 48 en contra y ocho abstenciones.
Durante la discusión en el pleno, a nombre del grupo parlamentario del PES, la diputada María del Carmen Cabrera señaló que en la Cuenta Pública de 2018 se observa el incumplimiento del gobierno de Peña Nieto en la política de gasto, además de que no hubo disminución de la pobreza.
"Para el Ejecutivo federal, la población y la sociedad no fueron prioridad en la última etapa de rendición de cuentas sobre el uso y destino de los recursos públicos y los ejecutores de gasto", dijo la legisladora.
Por parte de Morena, el diputado Irineo Molina Espinosa acusó que en la administración pasada existieron amplios márgenes de decisiones discrecionales sobre el gasto.
Agregó que en la Cuenta Pública se revela una "deficiente planeación y ejecución de los recursos" en el sexenio anterior, lo que impidió cumplir con los objetivos del desarrollo nacional.
El diputado Benjamín Robles, del PT, consideró que con la Cuenta Pública de 2018 se refleja que el "viejo régimen" concebía al presupuesto público como un botín político.
En tanto, el diputado priista Fernando Galindo argumentó que el dictamen no refleja la realidad ni los resultados que se alcanzaron, según el legislador.
El dictamen, que deberá ser publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), incluye el análisis de la Cuenta Pública de 2018, correspondiente al último año del gobierno de Peña Nieto, así como las conclusiones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Entre los hallazgos destaca la realización de 1,807 auditorías, la evolución del PIB por debajo del 0.5% estimado, un precio del petróleo superior al proyectado y un gasto público neto de 5 billones 611,559 millones de pesos, que rebasó al presupuesto aprobado para ese año (5 billones 279,667 millones).
En el documento se señala que el gasto mayor se fundamenta principalmente en los ingresos adicionales a los establecidos en la ley, como, según justificó el gobierno, el pago de participaciones a estados y municipios, cubrir los gastos por desastres naturales, aportaciones a fondos y fideicomisos públicos, y más cuotas para la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Parte del gasto público también se destinó al fideicomoso que se creó para el que sería el Nuevo Aeropuerto Internacional de México.
Además, se destaca que la Oficina de la Presidencia registró una erogación de más del doble de lo aprobado: en vez de 1,797 millones, ejerció 3,682 millones.
Por lo anterior, en el dictamen se concluyó que durante el ejercicio 2018 no se cumplieron los objetivos del desarrollo nacional ni se logró una mejoría en la calidad de vida de los ciudadanos.
