“Ya me voy a traer mi tapabocas de mi casa”, dijo el senador sinaloense, Rubén Rocha, presidente de la Comisión de Educación cuando una reportera le preguntó el por qué no los habían entregado a los legisladores esta vez, como sí pasó durante la pandemia de influenza AH1N1.
Y aunque el propio subsecretario Hugo López-Gatell ha reiterado que “no sirven”, Rocha Moya prometió que mañana traería uno y explicó que en la semana lo había utilizado cuando viajó en avión.
Lo que sí hizo -y se considera un riesgo de contagio- fue compartir unos plátanos fritos que le ofreció la senadora Imelda Castro y tomó con sus dedos.
“Están libres de coronavirus”, presumió la senadora, mientras seguía ofreciendo la botana entre su bancada, pasando el tiempo para esperar si se reunía o no el quórum para abir la discusión.
Hoy, el Senado de la República siguió implementando en cada una de las entradas filtros sanitarios para disminuir el riesgo del contagio por COVID-19.
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Primero, identificando a senadores, trabajadores y reporteros, ofreciéndoles antibacterial y tomando su temperatura como una medida necesaria antes de ingresar.
En el pleno, la mayoría de las curules estaban vacías.
Los senadores de Morena, que fueron los primeros en entrar dijeron que “así estaba mejor” y que si la bancada de Acción Nacional no iba a venir, mejor iban a ocupar sus curules para guardar la “sana distancia”, recomendada por el gobierno federal.
“Ya aprobado, presidenta”, dijo Napoleón Gómez Urrutia fingiendo que se votaba su dictamen de subcontratación. “Y pasó por mayoría calificada”, y aplaudió y río por el simulacro donde la mayoría de los legisladores estaban ausentes. “¡Mayoría hiper calificada!”, le siguió el juego Jesusa Rodríguez.
Aunque los senadores de Morena aseguraron que seguirían trabajando, algunos de sus bancada siguieron ausentes, como Lilly Téllez.
En el otro piso del pleno, asomó la cabeza el senador Víctor Fuentes, del PAN, con un cartel donde protestaba por las medidas implementadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador por la emergencia sanitaria.
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“Si se tendría que votar algo como cancelar los vuelos sí me bajo y voto. Si van a andar haciendo nomás de las suyas ahí los veo solitos Exijo al presidente que cancele los vuelos de Asia y Europa, donde tienen problemas de contactos más severos”, gritó el panista.
“¡Es muy ridículo que estés escondido!”, “¡vete a tu búnker”, le gritó la bancada de Morena.
“Abandonan el barco para resguardarse. Hay millones de mexicanos que no pueden hacer eso, ellos en la seguridad de su sueldo, no vienen a trabajar. Y mejor van a cuidar su salud. ¡Mis vidas! En una etapa en donde no estamos corriendo un riesgo, estamos tomando las medidas responsables en el Senado”, dijo en entrevista la morenista Guadalupe Antares Vázquez.
Hubo otros, como Xóchitl Gálvez, quien decidió trabajar desde su oficina, porque advirtió que ella misma podría estar en riesgo.
Contó que una de las compañeras de la escuela de su hija había dado positivo al virus, pero que no pudo hacerle la prueba a su familiar.
“El viernes intentamos hacerle la prueba a ella. Fue imposible. Tenía que tener síntomas graves y hasta el domingo en la noche recibimos la confirmación de la compañera que sí tenia coronavirus”, dijo la senadora.
La legisladora de la bancada panista aseguró que no entraría al Pleno porque no sabe si es un riesgo o no, porque aunque no tuvo contacto con su hija, su hijo sí lo tuvo y desconoce si ella puede ser portadora.
“Me molesta el mote de huevones, el problema es que hay que ser responsables y serios. ¿Qué pasa si mi hijo sale diagnosticado? Van a decir que fui irresponsable. Yo quiero un grupo de expertos que no sea pejechairo. Saber a quién se le están haciendo las pruebas”, señaló.
