La secretaria Luisa Alcalde consideró que la subcontratación ilegal se debe desterrar.
"Está práctica se tiene que desterrar del país. No podemos seguir tolerando estás prácticas que han venido lastimando las relaciones laborales... Creo que lo que queda es poner manos a la obra, arrastrar el lápiz y que este proceso justamente logre encontrarnos y en esa misma causa, que la voy a reiterar siempre que sea posible, la causa de la protección a los derechos de las trabajadoras y los trabajadores de México”, consideró.
Sobrerregular la subcontratación dañaría la confianza de los empresarios, añadió por su parte Francisco Martínez, de Concamin.
“Sobrerregular la subcontratación, generaría un mercado para las empresas de subcontratación ilegal, considerando el número de micros y pequeños empresarios que hay en el país, que enfrentan enormes barreras para cumplir con los excesos de la normatividad. Adicionalmente, se sumaría a los elementos que han venido generando una constante caída en los componentes que integran el índice de confianza empresarial”, manifestó.
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Carlos Aceves del Olmo pidió no hacerle un traje a la medida para Estados Unidos.
“Ni una ni diez sesiones como estas, tan grandes, y no porque no está bien que lleguen todos los que les interesa, va a ser suficiente para que nos pongamos de acuerdo todos; porque si esto lo lleváramos al Pleno, no nos pondríamos de acuerdo, habría quien sube y baja, sube y baja, sube y baja. Y yo creo que ahora debemos enfocar todos nuestros instintos de dirigentes sindicales o de obreros que fuimos, o de la situación del país, el de que el empleo está en decadencia, de que la economía no está fuerte. Tenemos que hacer un traje del outsourcing con las medidas de las condiciones que tenemos, porque, de otra forma, si esto se hace para hacer más negocios con los Estados Unidos, pues los que se benefician son ellos, no nosotros”, lamentó.