El documento indica que las mayores incidencias de este delito afectan a las ciudades de León, en Guanajuato; Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México, y Morelia, en Michoacán.
“Las ciudades que reportan un mayor porcentaje de hogares con al menos una víctima son: León, Atizapán de Zaragoza y Morelia, con 30.7 por ciento, 26.6 por ciento, 24.9 por ciento, respectivamente. En el otro extremo, las ciudades con menor porcentaje de hogares victimizados fueron: Guadalajara, Los Mochis, Tampico, con 5.1 por ciento, 4.9 por ciento y 3 por ciento, respectivamente”, se establece.
En la justificación del proyecto se consigna el incremento de la inseguridad como consecuencia de decisiones de gobiernos pasados y se indica que este aumento se debe a que las políticas de seguridad pública emprendidas durante los últimos 13 años “no lograron implantar esquemas de prevención y contención del delito, como tampoco eficiencia en la investigación y sanción de estos ilícitos”.
“El resultado de la política represiva denominada ‘guerra contra el narco’, fue el incremento imparable de la delincuencia, así como de la violencia con la que opera. Frente a ello, no hubo medida que lograra contrarrestar sus efectos en la percepción social negativa, de manera que esta alcanzó niveles inéditos”, dice la propuesta.
Se agrega que se deben tener “elementos” de disuasión contemplados en las leyes y que la extorsión no ha sido tipificada de manera correcta.
“Es necesario renovar los esquemas que permitan abatir los altísimos niveles de impunidad que imperan en el país, pues conseguir que quienes pretenden ejecutar una conducta antisocial tengan un cierto grado de certeza de que serán sancionados es un elemento importante para su disuasión”, dice la iniciativa.