La Ciudad de México cerró noviembre con una buena noticia para sus finanzas: Fitch Ratings ratificó su calificación crediticia en ‘AAA(mex)’, el nivel más alto en la escala nacional, y confirmó una perspectiva estable.
CDMX mantiene confianza de inversionistas con calificación AAA de Fitch
En términos simples, la agencia considera que las finanzas de la capital son sólidas, que su nivel de deuda es manejable y que, por ahora, no hay señales de riesgo que amenacen su estabilidad económica.
La decisión no es casual. Fitch explica que la calificación de la CDMX está alineada con la del Gobierno Federal, ya que la Federación asume directamente los compromisos de deuda que contrata la ciudad. Es decir, si llegara a presentarse un escenario adverso, el respaldo final recae en el gobierno federal, lo que reduce el riesgo para los acreedores.
Ingresos al alza y cuentas más ordenadas
Uno de los factores que jugaron a favor de la capital fue el crecimiento de sus ingresos propios. Impuestos como el predial y el impuesto sobre nómina han mostrado un desempeño sólido en los últimos años, impulsados por una mayor fiscalización y una base económica amplia.
Entre 2020 y 2024, sin embargo, la CDMX aún dependió en un 53% de recursos federales, una cifra relevante, pero menor si se compara con otras entidades del país. Para Fitch, eso le da a la capital una mayor autonomía financiera.
El organismo también destaca el control del gasto. En los últimos años, los ingresos crecieron más rápido que los egresos, lo que permitió mantener balances operativos positivos y evitar desajustes mayores en sus finanzas.
Deuda: alta en monto, pero contenida
Aunque la Ciudad de México sigue siendo una de las entidades más endeudadas en términos absolutos, Fitch subraya que su deuda no representa un riesgo inminente.
Al cierre de 2024, la deuda directa era de 104 mil millones de pesos. Para octubre de 2025, se redujo a 98,793 millones. Además, el endeudamiento neto autorizado para este año es de 3,500 millones de pesos, un nivel considerado moderado dentro de su capacidad de pago.
Toda la deuda está respaldada por un fideicomiso que compromete el 100% de las participaciones federales, un mecanismo que, según la calificadora, disminuye de forma significativa el riesgo de incumplimiento.
Infraestructura, salud y los retos que vienen
Fitch advierte que la ciudad enfrentará presiones en el gasto, sobre todo por inversiones en movilidad, agua, servicios urbanos y salud, en un contexto donde la transición al modelo IMSS-Bienestar también implica retos financieros.
Aun así, la agencia considera que la ciudad tiene margen para absorber estos costos sin poner en riesgo su estabilidad, gracias a su capacidad de recaudación y su disciplina presupuestal.
Las conclusiones
Más allá del tecnicismo de las calificaciones, el mensaje central es claro: la CDMX mantiene una posición financiera fuerte dentro del contexto nacional.
Esto le permite acceder a financiamiento en mejores condiciones, fortalecer proyectos de infraestructura y conservar la confianza de inversionistas y analistas, en un entorno económico que sigue siendo incierto.
Por ahora, la capital se mantiene en la cima de la escala crediticia. Y aunque ya no puede subir más, su verdadero reto será sostener esa calificación sin comprometer su margen financiero en los próximos años.