Automovilistas quedaron bajo el agua en el Viaducto Río de la Piedad, a la altura de Troncoso, por lo que elementos de la Secretaría de Seguridad Pública los apoyaron para desalojar sus unidades.(Foto: Cuartoscuro)
“El miedo de pasar en tranvía por el puente de Coyoacán: solo rieles y durmientes; abajo el río sucio de La Piedad, que a veces con las lluvias se desborda”. Así describía el escritor José Emilio Pacheco, en su clásica obra Batallas en el Desierto al Río de la Piedad.
El cuerpo de agua fue sepultado en 1942 para dar paso a lo que hoy se conoce como Viaducto, una de las principales vialidades de la Ciudad de México que en días recientes dio vida a la descripción del autor mexicano y reactivó la conversación sobre el cambio climático, la creciente frecuencia de lluvias “atípicas” y la posibilidad de reabrir cuerpos de agua.
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“No debemos olvidar que somos una cuenca, entonces recuperar este tipo de ríos a mediano y largo plazo implicaría que la ciudad se reconcilie con su memoria hídrica”, señala el urbanista y catedrático de la UAM, Ernesto Moura.
El cauce de los ríos
De acuerdo con el Sistema de Información Estadística y Geográfica de la capital, el Valle de México está conformado por más de 20 ríos y decenas de canales que se entrelazaban y desembocaban en el antiguo lago de Texcoco.
Con el avance de la urbanización y a lo largo de las décadas, los principales ríos que conectaban el poniente con el oriente y el sur con el norte fueron entubados como parte de diversas obras públicas. Muchos de esos cauces dieron paso a grandes avenidas por las que hoy circulan miles de vehículos diariamente.
Uno de ellos es el Río de la Piedad, formado por la unión de los ríos Tacubaya y Becerra, que descendían desde Cuajimalpa y Álvaro Obregón. Su entubamiento respondió a la necesidad de controlar los desbordamientos provocados por las crecidas y el aumento de su contaminación.
En la década de 1950, esta intervención culminó con la transformación del cauce en lo que hoy se conoce como el Viaducto. El entonces presidente Miguel Alemán encabezó su inauguración, y por esa razón, el tramo entre Periférico y Calzada de Tlalpan lleva su nombre.
Mapa de los ríos más importantes de la Ciudad de México(Cortesía Montenegro Editores)
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¿Reabrir el Río de la Piedad?
La intensa lluvia del pasado 2 de junio –que afectó a prácticamente toda la Ciudad de México– impulsó la posibilidad desentubar el Río de la Piedad.
El aumento del caudal que transporta agua desde el poniente hacia el Río Churubusco generó una creciente en la corriente. A la altura de Francisco del Paso y Troncoso, el exceso de agua salió por una de las lumbreras e inundó el desnivel del Viaducto Miguel Alemán.
Tras las intensas lluvias de anoche el Viaducto Río de la Piedad, a la altura de Troncoso, se inundó.(Foto: Cuartoscuro)
El desbordamiento revivió la propuesta de volver a abrir este cuerpo de agua.
Durante un debate oficial en abril de 2024, el entonces candidato a la Jefatura de Gobierno de la CDMX por Movimiento Ciudadano, Salomón Chertorivski, planteó la reapertura y recuperación del Río de la Piedad para convertir el espacio en un parque urbano, similar al Canal Nacional.
¡Es tiempo de transformar la ciudad! Vamos a reabrir el Río de la Piedad en Viaducto, convirtiendo el tráfico en ríos. Esta acción no solo contrarrestará las olas de calor, sino que también embellecerá nuestra ciudad, creando un entorno más verde y sustentable. #DebateChilangopic.twitter.com/BDVUPifvCz
A más de un año de su propuesta, el también exsecretario de salud federal y exfuncionario capitalino asegura que reabrir el Río de la Piedad no solo es posible, sino urgente pues implica mejorar la gestión hídrica, reducir las islas de calor urbano, contribuir a mitigar el cambio climático y transformar el espacio público.
“No es una idea impopular. La gente quiere mejor agua, mejor aire y lugares hermosos. Se necesita planeación, visión de largo plazo y voluntad política”, dice.
No solo es abrir el río, es sanearlo, limpiarlo e invertir. Imagina caminar desde la Condesa o la Narvarte y a unas cuadras de tu casa tener un río limpio con un parque lineal. Eso transforma una ciudad.
Salomón Chertorivski, excandidato a la Jefatura de Gobierno de la CDMX.
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El investigador de la UAM explica que la propuesta del emecista se basa en investigaciones y planteamientos ya realizados por académicos y urbanistas y coincide en que es posible llevar a cabo una reapertura del caudal como un plan de mejoramiento urbano a futuro.
Incluso plantea que los vehículos sean los que vayan de manera subterránea para dar paso al resurgimiento del Río de la Piedad o trasladarlos a otras vías como el Eje 3 sur que corre de manera paralela al Viaducto.
“Se debe repensar de manera integral la movilidad, se puede también generar un transporte público masivo, apostar por trenes, trolebuses, Metrobús”, apunta.
Recuperación de ríos en otras ciudades
Chertorivski y Moura coincidieron que existen ejemplos de transformación de autopistas o vialidades en ríos y parques lineales con importantes beneficios ambientales, como se hizo en ciudades como Seúl, Los Ángeles o Chicago.
En el caso de Cheonggyecheon, un río ubicado en pleno centro de Seúl, en Corea del Sur que en la década de 1970 fue entubado para convertirlo en una autopista. Tras casi dos décadas de uso, autoridades de ese país determinaron que esa vialidad era causante de la mala calidad del aire y tráfico en zonas que no estaban acondicionadas para recibir enormes cantidades de vehículos.
-(Especial)
De acuerdo con ONU-Hábitat, fue en 2003 cuando el expresidente surcoreano Lee Myung-Bak planteó la posibilidad de suprimir la autopista y convertirla en un parque lineal de casi seis kilómetros.
Riverwalk en Chicago fue un proyecto de regeneración del río Chicago. Aunque este afluente natural no fue transformado en autopista, la industrialización y urbanización este se convirtió por décadas en vertedero de aguas negras y desechos de todo tipo, causando malos olores y problemas a la salud.
Tras varios esfuerzos de autoridades, creación de leyes y participación de organizaciones sociales, ambientalistas y urbanistas, se crearon los proyectos Chicago River Corridor Development en 1998 y el Chicago River Corridor Design en 2005, para limpiar y recuperar el caudal.
Una vez saneado el río Chicago, comenzó la intervención urbana y ambiental con la creación de corredores verdes, humedales, espacios para la práctica de remo, paseos peatonales y en bicicleta.
Un ejemplo similar se dio en el Río San Antonio de San Antonio, Texas, el cual fue recuperado y hoy es un atractivo turístico y comercial de esta ciudad.
