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Tlatelolco, el símbolo de modernidad que hoy sufre el deterioro y la inseguridad

De ser la visión de la "ciudad futura" en los años 60, el Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco hoy arrastra problemas por la falta de seguridad y mantenimiento en sus espacios comunes.
mar 08 abril 2025 11:59 PM
(Obligatorio)
Una muestra del deterioro de Tlatelolco es el Hospital del ISSSTE ‘Gonzalo Castañeda’ y el ex Cine Tlatelolco, espacios abandonados desde hace años.

El conjunto "Adolfo López Mateos" de Nonoalco Tlatelolco, diseñado por el arquitecto Mario Pani, fue inaugurado en 1967 como muestra de la modernidad de la capital del país, pero a casi seis décadas de ese momento, ya tiene signos de deterioro y olvido.

La unidad habitacional, de 94 hectáreas de extensión, padece problemas de mantenimiento desde hace años, lo que ha llevado al desgaste de sus espacios y cada vez más, sus habitantes se quejan de la falta de seguridad.

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El conjunto Tlatelolco alberga 11,916 departamentos donde habitan unas 40,000 personas que ya sufren por la longevidad de su infraestructura: constantes fugas en el drenaje, celdas de cimentación que periódicamente se inundan, tinacos de asbesto que permanecen en algunas torres así como mantenimiento insuficiente en los edificios.

Dos estructuras se levantan como muestra del abandono en la colonia: el Hospital del ISSSTE ‘Gonzalo Castañeda’, inservible después de sufrir daños en el sismo de 1985 y aún en espera de su demolición, y el Cine Tlatelolco, que proyectó su última película en 2001 y tuvo daños en el temblor de 2017, ahora usado por personas en situación de calle y algunos comerciantes para guardar mercancías.

Deficiencias en la recolección de basura producida en los departamentos y locales comerciales, así como la falta de iluminación suficiente son algunos de los problemas que los vecinos enfrentan en la unidad.

En materia de seguridad, el constante robo de autopartes a negocios y a transeúntes, y la gran presencia de personas en situación de calle que causan problemas en las áreas comunes es otra de las problemáticas que enfrentan.

Pero fue el feminicidio de una joven de 26 años, cuyo cuerpo fue encontrado en una de la jardineras de la unidad, lo que cimbró a la comunidad y lo hizo salir a protestar con un bloqueo sobre Avenida Insurgentes Norte para exigir seguridad y atención por parte de la autoridades.

Una ciudad dentro de la ciudad

Para sus habitantes, Tlatelolco es una ciudad dentro de la Ciudad de México. El conjunto urbano es cruzado por avenidas principales como Paseo de la Reforma, Eje Central e Insurgentes; cuenta con estaciones de Trolebús, Metrobús y una estación del Metro; tiene 22 escuelas y guarderías, seis hospitales y clínicas, tres centros deportivos, 12 edificios de oficinas administrativas y cuatro teatros.

Para Jessica Campoverde, habitante de la III Sección e integrante de la Comisión de Participación Comunitaria de Tlatelolco, falta una mayor respuesta por parte de la Alcaldía Cuauhtémoc.

Muestra de ello, dice, es que ante la necesidad de arreglar o reponer luminarias y de podar árboles y arbustos para permitir la visibilidad de peatones y cámaras de vigilancia, las solicitudes se deben realizar una por una a través del Centro de Servicios y Atención Ciudadana (Cesac) con un tiempo de respuesta de 40 días.

“Aquí hay lugares donde no hay luz, donde las lámparas están fundidas”, comenta Campoverde a Expansión Política.

Luego de la protesta de los vecinos, el pasado 27 marzo la alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega encabezó el encendido de 47 luminarias y 35 reflectores como parte del programa "Brilla Cuauhtémoc", a solo unos metros del sitio donde fue hallado el cuerpo de la joven.

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La inseguridad creciente

Desde hace unas semanas, tanto el Gobierno capitalino como la alcaldía Cuauhtémoc han colocado la atención en Tlatelolco, no solo en materia de servicios.

A partir del asesinato de Gilda Guadalupe, de 26 años, cuyo cuerpo fue abandonado en una de las jardineras de la I Sección de la unidad el pasado 8 de marzo —fecha de la conmemoración del "Día Internacional de la Mujer"—, la vigilancia se ha incrementado.

En las tres secciones de Tlatelolco se pueden ver a elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) patrullando a pie, en bicicleta y en motocicleta por la unidad habitacional. Previamente, había solo dos policías asignados a cada sección por turno.

“Fue la gota que derramó el vaso, nosotros ya habíamos levantado la voz que se necesitaba seguridad, esto es lo que hizo que nos voltearan a ver”, señala Rivera.

Pero al feminicidio de Gilda le antecedió otro hecho de violencia. A metros de distancia del sitio donde fue dejado el cuerpo de la joven, una pequeña cruz con la leyenda ‘descansa en paz’ recuerda la memoria de Gregorio, de 25 años, quien fue asesinado de un disparo el 14 de diciembre de 2024 mientras se encontraba sentado en la banca de una de las jardineras.

“Por la falta de vigilancia y de seguridad de otros lados vienen a hacer cosas. En diciembre mataron a un jovencito en una banca, a unos metros de donde dejaron el cuerpo de Gilda. ¿Por qué lo hacen? Porque saben que aquí es un espacio vulnerable”, dice Gabriela Rivera, integrante de la organización ciudadana Unidos por Tlatelolco.

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Memoriales colocados en honor de Gilda, joven cuyo cuerpo fue hallado en una jardinera de la I Sección de Tlatelolco el pasado 8 de marzo y de Gregorio, joven asesinado en diciembre de 2024.

En Tlatelolco hay una fuerte presencia de personas en situación de calle con quienes surge conflicto con los vecinos debido al constante robo de cable de luminarias, instalación de campamentos improvisados en parques, espacios deportivos y edificios, además del consumo de drogas e incluso agresiones.

Muestra de ello es el ataque contra un joven, quien fue golpeado en la cabeza por un hombre en situación de calle la madrugada del 25 de marzo, que lo dejó noqueado en uno de los andadores de la I Sección. Tras el incidente, fue asistido por vecinos. Este tipo de actos suelen quedar sin sanción.

“Al momento detienen a la persona y la presentan, pero sale a las pocas horas, porque es gente que está catalogada en situación vulnerable”, apunta la integrante de Unidos por Tlatelolco.

De acuerdo con vecinos, tras el bloqueo sobre Avenida Insurgentes Norte realizado por habitantes de la unidad, el pasado 10 de marzo, para demandar seguridad, la SSC se comprometió a destinar cerca de 100 elementos para la vigilancia de Tlatelolco, unos 11 elementos en cada sección por turno.

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Tras el feminicidio de Gilda ha aumentado la presencia de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana en Tlatelolco, sin embargo persisten problemas como la instalación de campamentos de personas en situación de calle, como este en el Jardín Santiago.

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Adrián Carrasco, habitante de la I Sección, sostiene que durante años se ha descuidado la seguridad en la colonia y es un reflejo de la inseguridad en el resto de la capital.

“Ha habido varios eventos aquí en Tlatelolco y obviamente todos los vecinos somos afectados. No es una problemática exclusiva de la Cuauhtémoc sino de toda la Ciudad de México.

“Los vecinos no nos sentimos seguros pero no es de ahorita, es de años que hemos estado en abandono y ahora ya las autoridades, ahogado el niño a tapar el pozo, ahora sí ya hay seguridad”, cuenta.

El principio del deterioro

Llamada "la utopía del México sin vecindades" por el escritor Carlos Monsiváis, el Conjunto Urbano fue nombrado, en honor al entonces presidente Adolfo López Mateos, como una nueva concepción de la ciudad: un espacio que podía albergar a miles de familias, en donde sus habitantes pudieran encontrar todos los servicios para su vida diaria en un mismo espacio.

Sin embargo después comenzaron los problemas sobre su mantenimiento: los habitantes se rehusaron, en 1974, al aumento de cuotas de mantenimiento del Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras) –después junto con el Fideicomiso Fondo Nacional de Habitaciones Populares (FONHAPO) – que llevaba la administración de 84 edificios, mientras 16 eran rentados por el ISSSTE a sus derechohabientes.

El sismo de 1985 marcó a Tlatelolco con el derrumbe del edificio Nuevo León y los daños registrados en al menos 22 edificios más, lo que alimentó un movimiento vecinal de damnificados. El gobierno federal se hizo cargo de la rehabilitación de los edificios dañados así como de la demolición de ocho edificios con daños graves.

A partir de entonces se dio una transición a un régimen de condominio, con el cual los propietarios son responsables de los propios edificios. Mientras las áreas comunes, como deportivos, parques y demás, quedaron a cargo del entonces Departamento del Distrito Federal (DDF) y ahora bajo responsabilidad de la Alcaldía Cuauhtémoc.

“Nos topamos con colonias bastante abandonadas, sucias, descuidadas. (…) Estamos trabajando en la prevención, estamos recogiendo la basura, estamos iluminando Tlatelolco”, señaló la alcaldesa el 26 de marzo, cuando también acudió al Teatro María Rojo a una reunión con vecinos junto a Fadlala Akabani, subsecretario de Gobierno de la Ciudad de México.

Tlatelolco es un lugar de contrastes. Cuenta con una zona arqueológica y fue declarado como Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México en 2018; además ha sido escenario de hechos históricos como la matanza de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas en 1968.

En años recientes, esta colonia se ha vuelto atractiva para renta, pues si bien se encuentra entre tres de las principales vialidades de la capital y cuenta con varias opciones de movilidad, los precios de las viviendas se mantienen accesibles.

La venta de un departamento se coloca en 23,413 pesos el metro cuadrado, por debajo del promedio en la alcaldía Cuauhtémoc que es de 61,323 pesos hasta febrero de 2025, de acuerdo con el portal Inmuebles24. Mientras la renta promedio de un departamento de dos recámaras con 69 metros cuadrados se ubicó en 8,187 pesos al mes en septiembre de 2023, según el sitio Propiedades.com.

60 años Unidad Tlatelolco
Con seis décadas de antigüedad, el Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco enfrenta problemas de inseguridad, así como en el mantenimiento de sus edificios y áreas comunes.

Piden más coordinación de gobiernos

Para la alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega si bien hay coordinación con la Secretaría de Seguridad Ciudadana, se requiere que el gobierno capitalino asigne de forma permanente más elementos de la Policía para Tlatelolco e involucrar a los tres órdenes de gobierno en la atención a la unidad habitacional.

La alcaldesa identifica la presencia de población en situación de calle como una de las principales problemáticas y sostiene que ha pedido de forma reiterada la intervención de la Secretaría de Bienestar e Igualdad Social (Sebien), a cargo de Araceli Damián González.

“El tema de personas en situación de vulnerabilidad está desbordado, tenemos una brigada de 12 personas que sale todos los días, hemos puesto a disposición a personas en situación de calle que traen armas, inclusive hay personas que se han deportado porque no eran mexicanas, sin embargo no nos damos abasto”, sostiene la alcaldesa.

Akabani como representante del gobierno capitalino anunció en la reunión con vecinos realizada el 26 de marzo junto a la alcaldesa de Cuauhtémoc, que a finales de abril, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, presentará un programa de recuperación integral de Tlatelolco.

El funcionario adelantó que incluirá la renivelación de cuatro edificios que presentan recarga, el rescate de áreas verdes, así como la instalación de 40 nuevas cámaras de videovigilancia conectadas al C5, entre otras acciones.

“Hay una decisión firme por parte de la jefa de Gobierno para recuperar integralmente Tlatelolco”, aseguró el subsecretario de Gobierno.

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