Abril Pérez circulaba el 24 de noviembre de 2019 sobre Río Churubusco, una de las avenidas más importantes de la capital, cuando fue atacada a tiros; iba con su hijo, quien resultó herido.
Ese día, regresaba de realizarse una prueba como parte del juicio que enfrentaba con su exesposo por la custodia del menor de 14 años de edad.
A inicios de 2019, Abril presentó una denuncia contra Juan Carlos. Él la golpeó con un bate e intentó estrangularla mientras estaba dormida, pero uno de sus tres hijos la defendió.
Ante la denuncia, las autoridades iniciaron una carpeta de investigación en su contra por el delito de feminicidio en grado de tentativa, la cual se judicializó; el juez de control Federico Mosco vinculó a proceso a García y le dictó prisión preventiva oficiosa.
El imputado –que permaneció en el Reclusorio Oriente– apeló las determinaciones y, el 3 de noviembre de 2019, un magistrado ordenó revisar las medidas cautelares. Luego, el mismo juez que lo vinculó a proceso reclasificó el delito de feminicidio en grado de tentativa a violencia familiar y lesiones, mientras que otro impartidor de justicia ordenó liberarlo.
Ya libre, Juan Carlos inició la batalla legal por sus hijos, lo que obligaba a Abril a regresar a la Ciudad de México para atender el juicio, pues se había mudado a Monterrey junto con sus hijos luego de la agresión y el divorcio.
Juan Carlos García fue considerado el principal sospechoso de ordenar el asesinato de Abril Pérez, sin embargo, hasta este momento se encuentra prófugo de la justicia.
En diciembre de 2019, la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) emitió una ficha roja contra Juan Carlos García Sánchez, quien, según los reportes policiales, habría dejado el país cinco días después del feminicidio de su exesposa.