El jueves 24 de marzo, Sandra Cuevas, quien en ese momento se encontraba suspendida de su cargo como servidora pública, acudió al Reclusorio Norte para llegar a un acuerdo reparatorio con los uniformados que la acusaron de los delitos de robo, abuso de autoridad y discriminación.
Dentro de los acuerdos estaba ofrecer una disculpa pública a las víctimas por los agravios causados, por lo que Cuevas, al salir de los juzgados del Reclusorio Norte, ofreció unas palabras ante medios de comunicación.
“Me disculpo, pero no acepto los hechos, me disculpo de corazón con la ciudadanía, con mis partidos por este trago amargo y me disculpo con (los policías) Eduardo, Faustino y con Marco”, dijo Cuevas, quien a la mañana siguiente retomó sus actividades como alcaldesa.
Para los mandos policiales, esta disculpa pública no estuvo apegada a las normas en materia de derechos humanos por lo que el sábado 26 de marzo, solicitaron la revocación del auto del juez de control que dio por cumplidos los acuerdos, por lo que citaron a una nueva audiencia.