De acuerdo con la coordinadora de las excavaciones arqueológicas, Nancy Domínguez Rosas, y el antropólogo físico Eduardo García Flores, "los entierros se localizaron bajo el piso de la acera frontal del panteón, durante la supervisión de las labores que efectúa personal de la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México, para la introducción de cableado eléctrico".
Explicaron que para la instalación del ducto principal fue necesario levantar una piedra braza que cubre la acera en un tramo en el cual "aparecieron los entierros a profundidades someras de 27 a 80 centímetros".
Ambos especialistas señalaron que es la primera vez que se reporta el descubrimiento de entierros correspondientes al panteón de San Fernando, que se ubica en el Centro Histórico capitalino, en la colonia Guerrero.
Recordaron que este importante espacio funerario se edificó en 1832, sustituyendo así el camposanto que se extendía en el atrio del templo para servicio de los frailes del Colegio Apostólico de San Fernando de Propaganda Fide.
El nuevo panteón, con 600 fosas, se destinó a personajes de alta jerarquía; sin embargo, los distintos brotes epidémicos que hubo en el siglo XIX, empezando por el cólera, obligaron a su uso público durante esa centuria.