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La ciclovía de Insurgentes enfrenta retrasos a ocho meses de su anuncio

La obra debía estar lista en agosto pero aún no está terminada. Activistas critican el retraso en el proyecto, al cual adjudican un alto potencial para mejorar la movilidad en la capital.
dom 14 noviembre 2021 07:00 AM
Obras en la cic
En varios tramos se constató que trabajadores de la Secretaría de Obras siguen laborando y colocando el material que marca la ciclovía, conocido como slurry.

La ciclovía de la avenida Insurgentes se proyecta para ser una de las principales vías para ciclistas en la Ciudad de México. Sin embargo, la obra enfrenta retrasos para su concreción: debía haber quedado lista en agosto y, a más de dos meses del plazo, la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) apura su ejecución.

El proyecto surgió como una medida temporal para impulsar el uso de la bicicleta en la CDMX ante la pandemia de COVID-19, con el fin de disminuir las aglomeraciones en el transporte público.

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Ante su éxito, reflejado en que el paso de ciclistas subió 275% de 1,996 por día a 7,494 luego de que fue habilitada en junio de 2020, la permanencia de la ciclovía fue impulsada por la Colación Cero Emisiones, integrada por organizaciones dedicadas a la movilidad y el medio ambiente como Greenpeace México, Bicitekas, El Poder del Consumidor, Transita Seguro e ITDP México, entre otras.

En marzo de 2021, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, y el secretario de Movilidad, Andrés Lajous, anunciaron que la ciclovía con un total de 28 kilómetros en ambos sentidos sería permanente, y en mayo, la capital inició los trabajos a partir de las licitaciones DGOIV/LPN/002/2021, DGOIV/LPN/003/2021 y DGOIV/ LPN/004/2021.

Agosto se fijó como el mes para que la obra quedara lista, pero hasta el momento no ha sido terminada.

Ese retraso ha generado reclamos de ciclistas a raíz de que automovilistas y motociclistas invaden su carril, en especial en las horas de mayor tráfico vehicular, lo que dificulta el uso de la vía y los pone en peligro.

Areli Carreón, fundadora de Bicitekas, afirma que la comunidad ciclista sigue a la expectativa por la obra, que fue anunciada casi ocho meses atrás.

“(El proceso de ejecución) ha sido lento y no ha habido una explicación más clara de por qué ha sido este retraso. No es por la pandemia, porque el año pasado se suspendieron muchas de estas obras pero esas condiciones ya se normalizaron”, señala Carreón.

“A pesar de todo, permea el entusiasmo alrededor de la obra; para muchos es un parteaguas, es una obra que va a permitir miles de viajes y va a realmente abrir la puerta del uso de la bicicleta a muchas más personas que no la habían contemplado como una opción real de movilidad”, añade en entrevista.

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Avances y retrasos

De acuerdo con el secretario de Movilidad, se ha avanzado en cuatro tramos de Insurgentes para la ciclovía permanente: de San Simón hasta el Norte, de Mixcoac a Eje 10, de Chapultepec a Eje 4 y de Eje 4 a Mixcoac.

Según Lajous, se tiene avance en balizamiento, señalamiento, confinamientos, adecuaciones geométricas e instalación del slurry, es decir, el material que forma la vía. El secretario ha reconocido que este último aspecto es el que ha tenido complicaciones, pues requiere más tiempo.

“Es un trabajo que se tiene que hacer a mano, por el tamaño de carril, y porque, insisto, no es pintura, es una microcarpeta asfáltica”, dijo en conferencia de prensa el 11 de noviembre.

Víctor Alvarado, coordinador de Transporte Eficiente en El Poder del Consumidor, considera que la Sobse ha mostrado una tendencia a dejar en último lugar la ejecución de la infraestructura ciclista.

“La Secretaría de Obras se caracteriza por entregar específicamente en el tema de ciclovías al último día en el que se tienen programadas en su cronograma. Hay ciclovías que se autorizaron un día antes de que se terminara el año, es decir, el 31 de diciembre”, argumenta el especialista.

“Cuando hablamos de un retraso de uno, dos o tres meses, simplemente quedan mal las autoridades por no dar constancia y poder trabajar de acuerdo a un programa de trabajo”, agrega.

En un recorrido, Expansión Política pudo comprobar los contrastes en el avance en los tramos de Río Mixcoac y Eje 7 Extremadura.

Se observó a personal de la Sobse colocando el slurry rojizo en la intersección de Insurgentes con Eje 7, pero a unos metros el material ya mostraba signos de desgaste y había puntos donde prácticamente había desaparecido. Mientras tanto, sobre Río Mixcoac no hay señalización nueva ni protecciones para ciclistas; solo queda la señalización despintada que se colocó en 2020 cuando se habilitó la ruta como ciclovía emergente.

Ciclovía de Insurgentes
En 2020, el proyecto se anunció como una vía temporal para impulsar el uso de la bicicleta.

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El último reporte de la Sobse, emitido el pasado 19 de septiembre, indicaba un avance del 19%. Expansión Política contactó a la dependencia a través de su área de Comunicación Social para tener el dato más actual, pero hasta el cierre de edición no se obtuvo respuesta.

Una vía de alto potencial

Alvarado, de El Poder del Consumidor, explica que participó en el diseño de la ciclovía a partir de una invitación abierta de la Semovi para que organizaciones dieran sus observaciones y propuestas.

Durante este proceso, se determinó que en algunos tramos se debería mantener como vía compartida, por lo cual, para garantizar la seguridad de los ciclistas durante todo el recorrido, se requiere de informar y concientizar a los vecinos y al resto de los usuarios de la vía, así como de la vigilancia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).

“Una vialidad tiene que servir a todos los usuarios de la vía. En algunas partes va a ser una ciclovía efectivamente con el confinamiento específico para las y los ciclistas, pero también hay otras partes donde por las condiciones del diseño vial se tiene que dar sí o sí la convivencia. Es decir, personas que usan el Metrobús, personas que caminan, personas que se mueven en automóvil”, expone Alvarado.

“Comunicar es el gran pendiente: hoy tú le preguntas a las personas y no saben; de repente en la calle te encuentras algunas mamparas, pero no estás haciendo un proceso de socialización y es necesario que la gente se apropie del espacio”, agrega.

Carreón, de Bicitekas, coincide en que la comunicación y concientización sobre los aspectos positivos del uso de la ciclovía y del derecho de ciclistas, peatones, usuarios de transporte público, automovilistas y ciclistas son necesarias.

Ciclovía
Organizaciones civiles consideran que esta ciclovía puede convertirse en la espina dorsal de la CDMX para la movilidad ciclista.

La activista considera que depende de mantener este derecho y de la seguridad el que la ciclovía de Insurgentes pueda ser aprovechada en todo su potencial.

“El nivel de servicio es otro aspecto importante: que no sea invadida, el que no sea usada como bahía para vehículos de emergencia o de estacionamiento momentáneo va a ser muy importante para efectivamente lograr que cumpla con su cometido”, dice.

Hay muchas escuelas y muchos destinos alrededor de Insurgentes que pueden aprovechar esta infraestructura para que varios viajes que se hacían en coche se puedan hacer ahora en bicicleta”.
Areli Carreón, fundadora de Bicitekas

Carreón espera la conclusión de la obra, así como la posibilidad de que se extienda hacia el norte y hacia el sur, es decir, a lo largo de los 28.8 kilómetros lineales que mide la avenida Insurgentes, para ser una ciclovía con un total de alrededor de 57.6 kilómetros.

“En la medida que esta infraestructura es continua, se van a poder hacer muchos más viajes, más largos, y se va a poder conectar efectivamente el sur con el norte. Realmente, se puede convertir en la espina dorsal de una infraestructura ciclista”, afirma.

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