En los locales de Mesones y Regina, decenas de padres emprenden la búsqueda de materiales, solos o acompañados por sus hijos, según constató Expansión Política en un recorrido.
A poco más de una semana del inicio de clases, los comercios lucen surtidos. En las tiendas de autoservicio, los anaqueles fueron colocados de manera de que los clientes encuentren fácilmente productos como libretas, borradores, lápices adhesivos, lápices de colores, plumones y juegos de geometría. En las papelerías, lo más solicitado ya está a la mano de los empleados para que los compradores tarden lo menos posible en surtir su lista.
En la zona también hay plazas comerciales dedicadas 100% a la venta de útiles. Una es la ubicada en Mesones 129, donde están congregados más de 500 locatarios.
¿Enviar o no a los niños a la escuela?
Laura Escutia, madre de una alumna de sexto año de primaria, acudió al Centro Histórico a surtir su lista. Durante su compra, consideró que el regreso a clases es necesario dado que por la pandemia hubo un retraso educativo, pero reconoció que hay un dilema por el riesgo que ello implica para los menores en la tercera ola de contagios.
"Como que ya están muy ansiosos los niños en la casa, voy a enviarla quizá una vez a la semana y el resto que se quede en la casa, solo para que se distraiga un momento, que vea a sus compañeritos, eso sí, con todas las medidas sanitarias", explicó.
Andrea Álvarez tiene a un menor que está por ingresar a tercero de preescolar. Ella se dijo en desacuerdo con la decisión del regreso a clases presenciales, pero advirtió no tendrá otra opción, ya que en su trabajo también retomará actividades y tendrá que acudir a su oficina.
"Ya vimos que a la Secretaría de Salud y a la SEP ya no les importó regresar a clases incluso con semáforo rojo y ya nos están obligando a ir a trabajar también, y los que tenemos que regresar a trabajar ya no nos dan la opción de clases en línea; entonces, tenemos que regresar aunque no queramos, exponernos y exponer a nuestros hijos", se quejó.