Las elecciones de este año en la Ciudad de México plantean un desafío para el primer Congreso local, donde 30 de sus 66 integrantes buscarán la reelección y otros seis dejarán su curul para competir por una alcaldía.
Esta situación pone al Poder Legislativo de la capital frente a dos escenarios, que en ambos casos ponen en duda que su trabajo se pueda dar con fluidez.
Un escenario es que los 30 diputados que buscan reelegirse se queden en su curul —algo que tienen permitido—, lo que implicaría que ‘dobleteen’ y hagan campaña al mismo tiempo que deban atender sus tareas legislativas.
“Ya será una consideración que ellos tendrán que ver, si podrán estar cumpliendo con estar en las sesiones y estar atentos. Al no marcarles la Constitución ni la Ley Orgánica del Congreso que tengan que solicitar licencia, pueden estar de manera virtual (por la pandemia de COVID-19), y cualquiera puede estar en la sesión”, dijo en entrevista la presidenta del Congreso capitalino, Margarita Saldaña, del PAN.
El otro escenario es que esos diputados que buscan reelegirse opten por pedir licencia y separarse de su curul para hacer campaña, lo que implicaría que manden a sus suplentes para lo que resta de la actual Legislatura.
Al respecto, especialistas advierten que esto podría poner al Congreso de la Ciudad de México en un “limbo”, derivado de la llegada de personas que pueden no tener alguna experiencia en la labor parlamentaria.
Para Gustavo López Montiel, investigador del Tec de Monterrey, la entrada de suplentes durante el resto del periodo puede traer consigo un bajo desempeño legislativo, pues se interrumpe el ritmo de trabajo, el nivel de debate disminuye o simplemente no se llevan a cabo las sesiones por falta de quorum. A su vez, esto puede dificultar que se aprobaran los asuntos pendientes.
“O no se aprueban leyes o la aprobación es mínima, en términos de cuando hay que aprobar o modificar leyes que tengan que ver con temas de, en este caso, la pandemia, y decisiones que tendrían que tomarse en el contexto de programas que apoyen al desarrollo económico de la ciudad”, dijo.
De los diputados capitalinos que participarán este año en elecciones, solo están obligados a pedir licencia aquellos que quieren un cargo fuera del Congreso local, como las alcaldías.
Hasta el momento, únicamente tres diputadas —todas ellas del partido Morena— han solicitado formalmente separarse de su curul para competir por una demarcación capitalina. Es el caso de Gabriela Osorio, quien quiere ser alcaldesa de Tlalpan; de Paula Soto, quien contenderá por Benito Juárez, y de Evelyn Parra, quien será candidata en Venustiano Carranza.
Los otros tres legisladores que competirán por alcaldías y que pronto tendrían que pedir licencia son la propia Margarita Saldaña, quien irá por Azcapotzalco; su compañero panista Mauricio Tabe, quien irá por Miguel Hidalgo, y el morenista Eduardo Santillán, quien irá por Álvaro Obregón, donde ya fue jefe delegacional.
Saldaña tiene hasta el 30 de marzo para presentar su solicitud y, por lo pronto, deberá generar acuerdos para establecer con la Mesa Directiva quién quedará en su lugar.
José Luis Camacho Vargas, especialista en derecho parlamentario, consideró que muchas de las candidaturas que saldrán del Congreso local son cuestionables, pues solamente responden a intereses partidistas y no a méritos.
“Los que se van a reelegir yo no sé qué es lo que puedan aportar de nuevo a la sociedad. Claro, dependerá de los ciudadanos la consideración de si merecen o no repetir el cargo”, dijo.
De los 30 diputados que buscan reelegirse, 17 son de Morena, cuatro del PAN, cinco de la alianza Va por la CDMX, dos por el PES, uno por el PT y uno por el PVEM.
