Con las consignas “¡es un honor estar con Obrador”, “AMLO se queda” y “valiente, honesto, así es mi presidente”, alrededor de 5,700 simpatizantes, según las autoridades capitalinas, demostraron su solidaridad con el presidente al iniciar la marcha alrededor de las 14:00 horas.
La mayoría de los manifestantes llevaron cubrebocas, pero desapareció la “sana distancia” de 1.5 metros entre personas recomendada por el Gobierno federal y capitalino para evitar contagios de COVID-19.
Pese a que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha impedido la llegada de manifestantes al Zócalo en marchas como la realizada el 27 de septiembre contra el aborto y la del 2 de octubre por el asesinato de estudiantes en 1968, en esta ocasión la Policía capitalina sí permitió a los simpatizantes de López Obrador llegar a la plancha.
La Secretaría de Gobierno de la CDMX argumentó, en un comunicado, que se exhortó a quienes asistirían a la marcha en apoyo al presidente a participar de forma pacífica, "por lo que al atender esta recomendación pudieron entrar".
A su entrada se encontraron con el campamento del Frente Nacional Anti-AMLO (FRENA), donde personas de ambas posiciones comenzaron a intercambiar insultos mientras los seguidores de Morena arrancaron mantas y lonas con mensajes en contra del presidente.