El COVID-19 y las marchas 'asfixian' a los comercios del Centro Histórico
A tres meses de que comenzó la reapertura del primer cuadro de la ciudad, los efectos de la propia pandemia y los cierres derivados de protestas han hecho que las ventas caigan hasta un 80% o 90%.
Por primera vez, Lourdes González siente que puede perder el pequeño local que abrió hace 25 años en la calle Francisco I. Madero esquina con Gante, donde vende abarrotes, sombreros y revistas.
Como el resto de los comercios del Centro Histórico de la Ciudad de México, la tienda estuvo cerrada de abril a junio y, desde hace tres meses, se unió a un lento y estricto esquema de reactivación para los establecimientos de la zona, derivado de la emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, para este negocio familiar la recuperación aún no ha comenzado: Lourdes debe pagar una renta de 60,000 pesos al mes por el local, cuando las ventas apenas van de los 300 a los 500 pesos al día y, cuando se cierra Madero, la locataria no alcanza a ganar ni 100 pesos.
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"Debemos rentas desde marzo, hemos tratado de negociar con los arrendatarios y que no haya rebajas, no hay nada. No cerramos porque nosotros hayamos querido, fueron órdenes del gobierno que cerráramos por la pandemia", cuenta Lourdes a Expansión Política.
"(Antes) sí salía para la renta, para nuestros gastos, pero ahora no sale para nada, ni para pagarnos a nosotros. No tenemos empleados, ya despedimos, ahora estamos trabajando nosotros", lamenta.
El control del flujo de personas en el principal corredor peatonal de la ciudad, que conecta Bellas Artes con el Zócalo, así como el bajo consumo ante la situación económica en la capital han sido factores para que los comercios aún se encuentren en crisis.
Negocios del corredor Madero pierden hasta 80% de sus ventas
Pero no solo eso. A estos problemas se suman las constantes manifestaciones, como la del 2 de octubre en conmemoración de la masacre de estudiantes de 1968 o la del 28 de septiembre por la legalización del aborto, en las que la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) ha blindado los accesos a las calles del Centro Histórico para evitar daños a inmuebles, aunque esto también ha implicado el cierre de establecimientos por varios días.
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Alejandro Gazal, presidente de Procéntrhico, organización que agrupa a comerciantes de la zona, advierte de que las restricciones impuestas por el gobierno capitalino —más estrictas que en cualquier otro punto de la ciudad— se definieron sin considerar la situación de los negocios y han causado que les sea aún más difícil recuperarse.
"La pandemia nos afectó fortísimo, estuvimos más de 100 días con los negocios cerrados. Desafortunadamente, después de esto la toma de decisiones para la reapertura del Centro Histórico fueron medidas que se tomaron desde un escritorio", argumenta.
"El hecho de que se pretendiera abrir en un horario muy limitado y el famoso esquema de pares y nones fue una estrategia muy mal realizada, que nos generó una afectación enorme", insiste.
El 48% de los comercios establecidos en el Centro Histórico está cargado de deudas por rentas, sueldos e impuestos, así como de pérdidas que los ponen cerca de la quiebra, estima Gazal. Además, los cierres implementados por la policía también han hecho que los negocios vean impedido el paso a sus trabajadores y clientes.
"Nos ha afectado por el cierre de calles por parte de la propia autoridad, nos pusieron en una especie de gueto, nos han segregado y bloqueado las entradas a los comercios", sostiene.
Las pocas mesas ocupadas en Bertico Café son un reflejo de la situación. Marisela Herrera es una de las meseras que conservaron su trabajo, aunque el personal de la cafetería fue reducido a la mitad ante la crisis del COVID-19.
"Todo el semáforo rojo estuvimos cerrados, igual yo creo que es poco personal, la mitad si no es que menos, por lo mismo. Aunque tengamos un aforo establecido, no se ocupa por lo mismo de que sí perjudica muchísimo en Madero", dice.
Mónica, encargada de una tienda de maquillaje sobre Madero, sostiene que las ventas han caído entre 80% y 90%. Mientras un jueves común para el mediodía ya había vendido alrededor de 3,000 pesos, ahora en la caja han entrado apenas 320 pesos.
"Todas las manifestaciones que se han hecho, que cierran Madero, la verdad nos afectan mucho a los comerciantes porque las ventas no son las mismas, la gente no viene por lo mismo de que el Centro está cerrado por las manifestaciones y todo eso", cuenta la joven.
Alrededor del Zócalo, el acceso se mantiene bloqueado con vallas y policías, quienes resguardan a los distintos plantones instalados, incluyendo los del Frente Nacional Anti-AMLO (FRENA) y la Coordinación Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Unos 4,900 pequeños negocios que emplean a 21,000 trabajadores en el primer cuatro de la ciudad se han visto afectados, de acuerdo con datos de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) de la Ciudad de México.
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"El que haya una movilización de cualquiera que sea su causa disminuye el poco aforo que hay en el Centro de la ciudad, dejando al pequeño negocio prácticamente sin ventas. No estamos en contra de ninguna movilización o manifestación, solo pedimos respeto por los pequeños y medianos negocios", afirma Eduardo Contreras, presidente de la Canacope.
"No podemos hablar aún de una recuperación, pero sí de un proceso de adaptación de todos los negocios de la ciudad", añade.
Los comercios han alcanzado un máximo del 30% de sus ventas en comparación con el año pasado, considerando también que durante las fiestas patrias, el 15 y 16 de septiembre, el Centro Histórico se mantuvo cerrado. De no tener estas condiciones y poder abrir como el resto de los negocios de la ciudad, las ventas podrían acercarse a un 50% a 60%.
Por ahora, la Canacope realiza un sondeo entre comercios del Centro Histórico para conocer su situación y, así, llevar ante la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, una propuesta para ayudar a su recuperación.