En mercado de La Merced, uno de los puntos más representativos de la capital, la música y las corrientes de personas caminando entre los pasillos han sido reemplazadas por el silencio.
Los locatarios que resistieron el incendio del pasado 24 de diciembre —que ocurrió cuando aún estaba en proceso la rehabilitación de la Nave Mayor consumida en 2013— ahora intentan mantenerse a flote durante la contingencia por el coronavirus COVID-19 en el país y la Ciudad de México.