A la par, en la ciudad iniciará un dispositivo de vigilancia con la Guardia Nacional y policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), cuyos elementos estarán concentrados en los 59 pozos de agua habilitados, para así evitar el secuestro de pipas y el robo de cobre dentro de las instalaciones.
La vigilancia se enfocará en las alcaldías Tláhuac e Iztapalapa, al oriente, donde se encuentra la mayor cantidad de pozos de la capital.
“Es muy común que se presenten vandalismo o robos en los pozos, sobre todo en el subsistema eléctrico y plantas de bombeo, ya que el cobre es un metal altamente comercializable”, dice Carmona.
“Con la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Ciudadana y otros cuerpos de policía tanto en la Ciudad de México como en el Sistema Lerma-Cutzamala, estamos instalando un sistema especial de vigilancia (...) Uno de los objetivos es cuidar que no haya secuestro de pipas, que las pipas lleguen a su destino”, agrega.