Publicidad
Publicidad

Trabajadores de limpieza del Metro siguen laborando pese a edad y enfermedades

Aunque el gobierno capitalino dispuso que los mayores de 65 años o con males crónicos dejen de trabajar por el COVID-19, las empresas de limpieza contratadas solo lo permiten para mayores de 68.
sáb 04 abril 2020 07:15 AM
Trabajadores de limpieza en el Metro
Entre los trabajadores contratados para limpiar andenes y vagones es común ver a personas adultas mayores.

‘Juan’, de 66 años, no ha dejado de trabajar en la limpieza del Metro de la capital durante las fases 1 y 2 de la contingencia por el COVID-19 pese a vivir con diabetes e hipertensión, dos de las enfermedades crónicas que elevan el riesgo para las personas que llegan a contraer el coronavirus.

El trabajador dice que, además de un par de guantes, un cubrebocas y cloro rebajado, no cuenta con otra protección frente al virus. Armado solo con esos elementos, limpia vagones y andenes por los que viajan millones de personas al día: antes de iniciara la emergencia sanitaria, se estimaba que el Metro recibía diariamente a entre 4.5 y 5 millones de usuarios; ahora, las autoridades estiman que esa cantidad ha bajado a 2.5 millones.

Publicidad

“No tenemos ninguna garantía, por eso nos hacen trabajar. No tenemos seguro social, nada más nos dan el sueldo, que son 1,630 (pesos) a la quincena”, señala ‘Juan’, cuyo verdadero nombre se omite a petición del propio entrevistado.

“La credencial nos la hacen supuestamente con el número del seguro, pero nunca nos dan de alta, aunque tengamos años trabajando aquí”, agrega el trabajador, quien labora en la Línea 7.

Su caso es un ejemplo de la vulnerabilidad de este sector en la actual contingencia sanitaria, a pesar de las medidas ordenadas por las autoridades de la Ciudad de México.

La jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, informó a finales de marzo que su administración estaba llegando a un acuerdo con las empresas contratadas por el Metro para realizar servicios de limpieza, con el fin de que permitieran a sus empleados que corresponden a los grupos de mayor vulnerabilidad ante el COVID-19 reguardarse durante la emergencia por el brote.

Síntomas del #CoViD19| #Clip

Publicidad

Dos días después, el Metro emitió un comunicado en el que indicaba que adultos mayores y con enfermedades crónicas continuarían recibiendo su salario sin tener que acudir a trabajar durante la contingencia ni tener afectaciones laborales.

“Lo anterior, luego de que el STC estableció un acuerdo con las empresas externas que ofrecen los servicios de limpieza en estaciones y diferentes inmuebles del Metro, a fin de salvaguardar la salud de los trabajadores de esta red de movilidad”, informó el Metro el 25 de marzo.

Sigue aquí nuestra cobertura sobre la situación del coronavirus en México

Sin embargo, las empresas Tecnolimpieza Ecotec y Consorcio Multigreen —contratadas por el Metro— solamente aplicaron la medida para los mayores de 68 años, mientras que el gobierno de la ciudad incluyó a empleados a partir de los 65 años y con enfermedades crónicas.

Un ejemplo es el caso de ‘Jesús’, de 67 años y quien padece una enfermedad renal que ha mermado su movilidad, pero quien aún recoge basura y despega chicles de los pisos de las instalaciones de la Línea 3.

“Uno viene aquí a trabajar por necesidad, no me conviene hacerla de tos porque no me pagan. Esta chamba es eventual, cada tres meses nos renuevan la credencial y, si no vienes a trabajar, te castigan”, dice el trabajador.

“Eso (ir a casa durante la contingencia) es para otra clase de personas que han llevado otro tipo de trabajo, que están pensionados, ellos sí pueden cuidarse, pero uno está acostumbrado al trabajo”, agrega.

Publicidad

A pesar de las recomendaciones de autoridades federales y locales, el hombre se niega a usar los guantes y el cubrebocas que le entregaron para hacer su labor. Para protegerse del COVID-19, solo toma un trago de jugo de limón con ajo cada noche.

Un caso distinto es el de ‘Moisés’, de 85 años, a quien la empresa ya mandó a descansar pero se niega a ir por temor a perder su empleo de intendencia en la Línea 2.

Él es uno de los pocos trabajadores de limpieza que sí cuentan con seguridad social y también goza de pensión, pero requiere del trabajo para completar los ingresos con los que se sostiene a sí mismo y a su esposa.

“Nos dijeron que nos presentáramos en las oficinas allá en Tláhuac porque ya no vamos a trabajar. Vamos a entregar los uniformes, las credenciales”, cuenta.

“Me dijo un compañero que según sí nos van a pagar, pero yo lo dudo mucho, porque cuando sí venimos luego no nos pagan. Me da miedo que regresemos y ya nos nos dejen firmar (un nuevo contrato)”, señala.

Newsletter

Los hechos que a la sociedad mexicana nos interesan.

Publicidad

MGID recomienda

Publicidad