Así se vivió la noche de la derrota en la CDMX
Eran las 9:20 horas y Alejandra Barrales, candidata de la coalición PRD-PAN-Movimiento Ciudadano, empezaba su día con un desayuno acompañada de Fernando Balaunzarán, candidato a diputado federal; Emilio Álvarez, exsecretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; Laura Ballesteros, diputada de la Asamblea de la Ciudad de México, entre otros funcionarios.
El ánimo de la candidata de la coalición Por la CDMX al Frente era evidente. Barrales guardaba una sonrisa de oreja a oreja.
Poco antes del mediodía, la funcionaria se dio tiempo para emitir su voto en la casilla 4941, ubicada en Sierra Metepec 212, Lomas de Chapultepec delegación Miguel Hidalgo, donde un tumulto de periodistas asediaba su salida.
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“Permitan el paso. Hay personas que quieren votar”, gritaban los funcionarios de casilla que se encontraban atrincherados dentro de la casa que aguardaba las casillas.
Fue, de las candidatas, la última en emitir su voto. “Los últimos serán los primeros”, reza el dicho, pero no fue así para Barrales.
La candidata se dio un tiempo para hablar con medios. Una vez más mostró su confianza. “(Los votos) nos van a favorecer”, respondió ante dudas sobre la tendencia electoral.
Tras la breve charla que sostuvo con reporteros, Barrales se dirigió a acompañar a votar a Purificación Carpinteyro, candidata a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México del Partido Nueva Alianza.
En Cuajimalpa y en medio de un sol que pegaba con gran intensidad, Barrales esperó por Carpinteyro, quien días antes dio espaldarazo a la perredista.
Al salir de la casilla, Carpinteyro tuvo que regresar por su credencial de elector. La había olvidado.
“Voté por la Ciudad de México. Voté por Alejandra Barrales”, dijo Carpinteyro. Tomadas de la mano, ambas auguraban la victoria.
Tras esta aparición, a Barrales no se le volvió a ver durante la jornada electoral.
Después del cierre de casillas, al menos tres encuestas de salida favorecían a Claudia Sheinbaum. Morena arrasaba en el bastión perredista.
Barrales se acuarteló con su equipo de campaña. El salón sólo estaba ocupado por integrantes de la prensa.
“El mensaje de la candidata se dará entre las 18:00 y 22:00 horas, así de amplió. No quiere anticiparse a nada”, dijo a ADNPolítico la única integrante del staff de prensa de Barrales que permaneció en la sala con medios.
Casi una hora y media después de que se publicaran las encuestas de salida, la candidata salió a dar un mensaje para tranquilizar a sus seguidores: “Serenos morenos”, dijo Barrales.
Pero la tendencia resultó irreversible. El conteo rápido confirmó la victoria de Morena en la capital mexicana.
El silencio de Barrales se rompió hasta después de la medianoche. “Yo me he formado en las buenas y en las malas y aquí es donde se demuestra de qué tamaño estamos hechos”, dijo Barrales al reconocer la victoria de Claudia Sheinbaum, la derrota del PRD en su mayor bastión.
Desde 1997, el partido había gobernado la jefatura de la capital. Después de 21 se daba la transición. La CDMX se tiñe de un nuevo color.