Sin embargo, aunque las encuestas son un modelo interesante para el debate y de estudio, hay factores que nunca lograrán descubrir y por ello no son confiables al 100%.
Uno de esos datos es el voto oculto, también llamado “el voto negro”. Representa al encuestado que no quiere dar a conocer su intención, ya sea porque no tiene muy decidido su voto; porque no quiere que alguien más conozca sus preferencias electorales o bien, está arrepentido, desilusionado o desencantado de la política y sus sistemas electorales.
Hablemos del arrepentimiento. Toma un rol importantísimo a la hora de votar. Sin duda existe en cientos de miles de personas un sabor agridulce sobre el actuar de Andrés Manuel López Obrador. Su personaje como candidato distó demasiado del de presidente. Prácticamente conocimos dos personalidades contrarias en una misma persona.
Pero las personas pueden arrepentirse de haber votado por un presidente por varias razones. Primero, pueden sentir que no cumplió con las promesas de campaña, lo que genera una sensación de engaño. Segundo, que su gestión pudo haber sido marcada por escándalos de corrupción, mala administración o políticas impopulares que afectaron negativamente al país o a la vida de los votantes. Pero también que los valores, o causas que enarbolaba como candidato, fueron depuestas por otras totalmente opuestas. Una izquierda que llegó al poder, para convertirse en centro o hasta conservador.
Tercero, los cambios en la situación personal o económica de los votantes pueden llevar a una revaluación de sus decisiones políticas. Los jóvenes de hace seis años, quizá, piensan distinto en una edad más madura.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos…
La percepción pública puede cambiar con el tiempo, y un líder como AMLO, que inicialmente parecía adecuado, puede ser visto de manera diferente a medida que emergen nuevos hechos o se revalúan sus acciones. Es imposible tapar el sol con un dedo a quienes tratan de defender una fallida estrategia de “abrazos y no balazos”, por ejemplo.
El descontento con el desempeño, los escándalos y el impacto negativo de las políticas pueden hacer que los votantes se arrepientan de su pasada elección.
Hay tantos votos ocultos que es imposible saber la certeza de cómo quedarán los números exactos del próximo 2 de junio.
Ojo, el arrepentimiento no siempre causa enojo, en ocasiones es una tristeza que provoca el desinterés por participar en debates o discusiones sobre temas políticos.
¿Cuántos amigos se pelearon por AMLO hace seis años? ¿Cuántas familias se terminaron alejando a causa de discusiones estériles? ¿Cuántas personas conoces que terminaron rasgándose las vestiduras por un cambio en el 2018 que nunca les llegó y hoy ya no quieren opinar?
El club de los arrepentidos es inmenso, pero no ha sido abordado correctamente por la oposición, pues aunque durante años han logrado acaparar a los que odian al presidente, no han podido arropar a los que están “dolidos” por haberlo defendido a capa y espada.
Un llamado urgente
Rumbo a la gran marcha de la “marea rosa” que reunirá a varías miles de personas que abiertamente se oponen a la 4T, cabría la oportunidad de preguntarnos, ¿qué es exactamente lo que desprecian del régimen actual? Y más allá, ¿cuáles son las políticas que identifican a Xóchitl Gálvez para contrastar con las del actual presidente? ¿Cómo ofrece la panista un gobierno que no defraude o desilusione a sus próximos votantes? ¿Qué puede prometer a aquellos que están totalmente desencantados y asqueados de la política nacional?