¿Quién nos cuida de quienes deberían de cuidarnos?

En más del 80% de los casos, los hechos ocurrieron cuando los elementos estaban en funciones. De demostrarse su responsabilidad, ello implicaría que quienes tienen un mandato, uniforme, armas y poder para brindar seguridad los han usado para violar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y a la libertad sexual.

Los hechos han ocurrido en todas las alcaldías de la Ciudad de México con la Cuauhtémoc (19%), Gustavo A. Madero (11%), Venustiano Carranza (11%), Miguel Hidalgo (9%) y Álvaro Obregón (6%) con los porcentajes más altos. Suceden todos los días de la semana, de lunes a domingo, y en cualquier horario (por la mañana, por la tarde, en la noche).

Estos son datos oficiales provistos por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México [1] en informes mensuales que se generan y publican mensualmente por acuerdo de su titular con compañeraes feministas tras las protestas de agosto de 2019 que se dieron por tres casos. Ahora, sabemos que son, al menos, 500.

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Más de la mitad de las 500 carpetas son por abuso sexual y un tercio por acoso sexual seguidas por delitos contra la intimidad sexual. Además, hay 49 carpetas de investigación por violación. La consigna #NoMeCuidanMeViolan es reflejo de una realidad. También hay carpetas por estupro, violencia familiar y tentativa de feminicidio. Solo alrededor del 10% de las carpetas han sido judicializadas.

Los delitos sexuales cometidos por elementos de instituciones policiales no solo no se han erradicado ni reducido sino que van en aumento. Esto pese a que en noviembre de 2019 se emitió la Declaratoria de Alerta por Violencia contra las Mujeres (DAVM) en la Ciudad de México y a que se ha pedido, una y otra vez, en el Grupo Interinstitucional y Multidisciplinario que da seguimiento a esa declaratoria, que haya una estrategia específica al respecto.

Las instituciones policiales ejercen #ViolenciaInstitucionalMachista. Esto no es desconocido para el gobierno. La propia Jefa de Gobierno, el Secretario de Seguridad Ciudadana, la Fiscala General de Justicia y la Secretaria de las Mujeres conocen los datos. Lo que no han hecho es crear una ruta crítica efectiva para prevenir, atender, investigar, sancionar y reparar el daño –individual y colectivo– por estos delitos sexuales probablemente cometidos por quienes deben de cuidarnos.

Y sabemos que estos delitos sexuales no solo ocurren en la Ciudad de México sino en todas y cada una de las entidades federativas de México.

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Conforme a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, “los tres órdenes de gobierno, a través de los cuales se manifiesta el ejercicio del poder público, tienen la obligación de organizar el aparato gubernamental de manera tal que sean capaces de asegurar, en el ejercicio de sus funciones, el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia” empezando por la “violencia institucional” que ejercen las personas servidoras públicas, por sus actos y omisiones, “que dilatar, obstaculizar o impedir el goce y ejercicio de los derechos humanos de las mujeres”.

No podemos cuidarnos de quienes deben cuidarnos. En el largo camino para desnormalizar y erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres, lo menos que podemos esperar y exigir es que no sean los responsables de brindar seguridad quienes nos violenten.

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[1] Aquí se puede consultar el informe más reciente https://semujeres.cdmx.gob.mx/storage/app/media/Informe_CI_FDS_JUNIO_2021.pdf (el de julio debe publicarse a finales de agosto) y aquí el resto de los informes https://www.semujeres.cdmx.gob.mx/investigacion-elementos-policiales . El dato de que son más de 500 carpetas de investigación fue determinado considerando el total a junio del 2021 (494) y el promedio mensual de carpetas que se agregan al mes que es de 24 entre enero y junio del presente año.

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Notas del editor:

La autora es feminista, directora general de Cohesión Comunitaria e Innovación Social A.C. y fue coordinadora de la campaña ¡No me cuidan! Contra la violencia institucional machista del 25N al 8M implementada conjuntamente por CCIS, Balance, Luchadoras y feministas independientes.

Las opiniones de este artículo son responsabilidad única de la autora.